McLaren pasa por un buen momento porque, en comparación con las últimas cuatro temporadas, especialmente 2018, su situación en el Mundial es mucho más saludable. Después de 11 carreras suman 70 puntos en la clasificación de constructores, cifras inalcanzables en los tres años de alianza con Honda (17 en 2015, 38 en 2016 y 11 en 2017) y también ampliamente superiores a las de 2018 ya con Renault (48). Inferiores, claro está, a los 97 puntos que sumaba a estas alturas de campeonato el último McLaren Mercedes, el de 2014.Sainz es sólido séptimo de la clasificación y Norris, undécimo, se ha destapado como el mejor 'rookie' de la temporada hasta ahora. Son números satisfactorios para la dirección de Woking, pero, lógicamente, aún están muy lejos de los objetivos de un equipo histórico de la F1. Andreas Seidl, el máximo responsable de la escudería: "Está muy bien tener todos esos puntos en el bolsillo sin tener necesariamente el cuarto coche en todas las carreras. Es importante porque si en una carrera loca, como la última, un Hulkenberg acaba segundo y nosotros no sumamos, la situación cambia radicalmente". "Hay que seguir trabajando e incorporando mejoras en los grandes premios, con la cabeza agachada. La cuarta posición en constructores está bien pero… la realidad es que nos siguen doblando en una carrera normal", sentencia el ingeniero alemán cuando le preguntan por la posibilidad de llegar a batir a Red Bull a lo largo de la temporada, algo que pareció factible en Bahréin y que en la clasificación de pilotos Sainz sí puede lograr frente a Gasly. "Sigue habiendo mucho trabajo por delante para nosotros y es importante que sigamos progresando como equipo. Lo bueno es que las mejoras funcionan y espero un paso adelante para el año que viene, ahí están mis esfuerzos. No hay magia en la F1, todo se debe al trabajo duro". "Para el año que viene queremos dar el siguiente paso como equipo, junto con los pilotos, en cuanto a prestaciones del coche. Será el primer coche bajo el liderazgo de James Key, al contrario que en los anteriores, y además también se recupera un ritmo normal de tiempos por cómo empezó la fase conceptual del coche. Aunque insisto, aquí no hay magia. No deberíamos andar soñando con ganar carreras o cosas así para la temporada que viene", finalizó Seidl en la rueda de prensa de la FIA.