Vettel se enroca en Ferrari
El tetracampeón herido quiere revancha en el circuito de su gran error de 2018. Deja claro que no se rinde y se reivindica: "Yo soy quien mejor me juzga".
Ya no quedan referencias al tetracampeón en la villa de Heppenheim, que llegó a ser conocida como ‘Vettelheim’ en la era gloriosa del alemán junto a Red Bull. Se enfrían los ánimos desde todas las partes, es inevitable, frente un piloto que dominó a su antojo la F1 durante cuatro temporadas pero que en cinco años sólo ha podido ser subcampeón con Ferrari sin saber aprovechar todas las oportunidades que se le presentaron, que no fueron tantas.
Ahora, en el gran premio de casa y a veinte minutos de su ciudad natal, tiene otra para cambiar la tendencia de una temporada aciaga: sancionado rigurosamente en Canadá tras equivocarse bajo la presión de Hamilton, con el trompo de Bahréin aún en la memoria, con fallos en las clasificaciones de Francia y Gran Bretaña. Con el clamoroso accidente que provocó a Verstappen en Silverstone. Y con su salida de pista hace un año en el mismo Hockenheim, cuando lideraba el gran premio y el Mundial.
"Tenemos que arreglar lo del año pasado, especialmente por mi parte", asegura ‘Seb’, su mayor crítico: "Siempre me pongo bajo presión, no puedo estar contento cuando las cosas van mal. Algunos de esos errores fueron más graves que otros, pero lo importante es que sigamos progresando. Yo sé lo que he hecho mal, yo soy quien mejor me puede juzgar, haga lo que haga".
En su país, el piloto, de 32 años, nunca ha disfrutado de la reverencia que sí se hizo a Schumacher, aunque la afición germana tampoco ha acogido los éxitos de Mercedes como suyos, al ser los de un piloto británico en un equipo con sede en Reino Unido. Ni siquiera Nico Rosberg, de origen finlandés, residencia en Mónaco y veranos en Ibiza, gozó del gran aplauso que siempre encontró el ‘Kaiser’. Aunque tampoco Alemania es ya incuestionable en la F1: hace dos años se cayó del calendario y lo más probable es que en 2020 desaparezca de nuevo.
El tetracampeón no se mueve
No obstante, el futuro de Vettel en el ‘Gran Circo’ no es tan incierto como se pretende transmitir desde algunos altavoces. Tiene contrato con Ferrari hasta que acabe 2020, en Maranello cuentan con él y él cuenta con cumplirlo: "La diversión que encuentro al pilotar es única y la motivación de alcanzar el objetivo con Ferrari es alta". "Es un privilegio correr para Ferrari. Mi ambición, y la del equipo, es volver a las victorias. De cuando me uní a ahora, las cosas progresan en la buena dirección, aunque este año no esté yendo todo como queremos. Aquí la gente tiene poca perspectiva, y es justo porque es parte del juego, pero nos queda sólo el último paso, aunque sea el más importante", subraya.
En Hockenheim, el SF90 no incorpora grandes evoluciones, al contrario que sus rivales. La zona rápida del trazado da cierto aire a su monoplaza, tan descompensado, aunque las curvas lentas del último sector favorecen claramente a Mercedes. Entrará en juego un factor que puede decantar la balanza a favor de los italianos, la meteorología, porque la ola de calor castigará jueves, viernes y sábado, y el domingo la previsión da un 60% de lluvia a la hora de la carrera. Igual que en 2018, cuando Vettel se estrelló con los muros.