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RALLYS | PORTUGAL

Fafe, la catedral de los rallys

El famoso tramo de Portugal congrega año a año a cientos de miles de almas que vibran con los saltos de sus ídolos del Mundial.

Oporto
El Toyota, volando en Fafe.
McKlein

Abróchense fuerte sus cinturones. Despegan los mejores coches pilotados por los pilotos más rápidos del mundo. Bienvenidos a la catedral de los rallys, Fafe. El tramo portugués congrega año a año a cientos de miles de almas que vibran con las evoluciones de sus ídolos, y alucinan con el espectacular salto que da paso a la meta. Es al deporte de los tramos cronometrados lo que Mónaco y Spa a la Fórmula 1 o Assen y Jerez a MotoGP.

La imagen del famoso tramo, de 11,1 kilómetros, con sus laderas repletas de público es uno de los iconos de los rallys. Ya lo era desde los albores de la especialidad, y dejó de serlo cuando en 2001 la cita portuguesa dejó de puntuable para el Mundial. Una travesía en el desierto que perduró hasta 2015, ya que la prueba regreso al calendario, pero entre 2007 y 2014 se disputó en el Algarve.

Y precisamente la espectacular afluencia de público fue uno de los motivos por los que el Rally de Portugal dejó de ser puntuable y en su regreso se autoexilió al sur. La organización estima que sólo en el tramo de Fafe se congregan más de 150.000 almas. Una masa difícil de controlar, pero que desde el regreso, a base de contar con unos enormes medios humanos para garantizar la seguridad, no ha dado problemas.

Eso sí, aún perduran en la memoria las escalofriantes imágenes de los coches surcando a toda velocidad ese salto con el público apartándose a pocos centímetros de su carrocería. Y el terrorífico accidente de Joaquim Santos en 1986, en el que fallecieron 3 espectadores, dos niños y una mujer, y otros 30 resultaron heridos. Fue el inicio del fin de los grupo B, aquellos coches que aún a día de hoy siguen siendo los preferidos de los aficionados, ‘cohetes’ de más de 600 caballos que poco después también protagonizaron otra tragedia con la muerte de Henri Toivonen y Sergio Cresto en Córcega.