Del Manchester City al WRC a golpe de petrodólar
Gus Greensmith, hijo de un magnate del petróleo británico, jugó en categorías inferiores de fútbol y en Portugal debuta en la primera división del Mundial.
Del fútbol al Mundial de Rallys, a golpe de ‘petrodólar’. Así ha llegado Gus Greensmith a la primera división del WRC tras jugar en sus tiempos ‘mozos’ en las categorías inferiores del Manchester City. Hijo de un magnate del petróleo, el británico ha debutado con un Ford Fiesta como el que ha dado los dos últimos títulos a Sebastien Ogier en Portugal tras una meteórica carrera financiada por su familia.
Iba para futbolista, y de hecho llegó a competir en el equipo cadete del City, pero el karting redirigió su carrera hacia el automovilismo. En 2012 llegó a participar en el Campeonato del Mundo CIK FIA frente a rivales tan ilustres como Charles Leclerc, aunque sin grandes resultados. Entonces se enfocó hacia los rallys, ganando el campeonato júnior británico en 2014 y siendo el piloto más joven del Mundial Júnior en 2015.
Aunque no brilló en exceso, pronto dio el salto a la segunda división, WRC2, gracias al patrocinio de la compañía de su padre, Crown Oil. Y este año su programa es más ambicioso aún. Compite en la subdivisión Pro de esa categoría, pero además competirá en varios rallys con un coche de la categoría máxima. Su primera aparición con el ‘world rally car’ en Portugal ha sorprendido, porque sus tiempos han sido muy dignos aunque al finalizar la segunda etapa del Rally se salió.
Nadie lo esperaba de un piloto cuyos resultados anteriores no eran excesivamente llamativos, y del que se dice que ha aportado al equipo M-Sport, que lleva los Ford oficiales, 10 millones de euros. Y es que, poderoso caballero es don dinero.