La cubierta de una alcantarilla destrozó los bajos del Williams: se suspenden los Libres 1

Los Mercedes ni siquiera habían salido a la pista, habían transcurrido 15 minutos de sesión en los primeros entrenamientos libres de Azerbaiyán cuando se decretó bandera roja en la pista. El Williams FW42 de George Russell saltó en una de las rectas y empezó a despedazarse por debajo de la carrocería. Una alcantarilla mal sellada había destrozado los bajos de su monoplaza, que llegaba a más de 200 kilómetros por hora generando toda la carga aerodinámica posible, a pocos milímetros del suelo. Minutos después se confirmaron las sospechas: se suspendían los primeros entrenamientos libres: habrá que comprobar, una a una, todas las posibles trampas del circuito.

El joven británico regresó al garaje en el coche médico, aunque sin problema físico alguno, y el monoplaza lo hizo en grúa, perfecto a la vista pero muy dañado en su fondo plano. El traslado además fue tragicómico, porque la grúa golpeó un puente del circuito y se vio a los comisarios en dificultades para subirlo y después bajarlo. Cuando parecía que no le podía ir peor al equipo de Oxford, tienen que reconstruir a toda prisa su monoplaza tras un accidente por el que no tuvieron culpa alguna. "El coche está muy dañado, tendremos que esperar pero ya se ve por televisión. Es frustrante, no es aceptable el daño que ha generado una tapa de alcantarilla. Probablemente tengamos que traer un chasis nuevo", dijo Claire Williams, jefa del equipo, en televisión.

El principal problema ahora: será difícil fiarse de cada una de las alcantarillas que forman parte del trazado de Bakú cuando a las primeras de cambio una ha hecho estragos en el chasis del Williams. Primer gran desafío en la F1 para Michael Masi, el director de carrera en funciones que releva al fallecido Charlie Whiting desde el GP de Australia, y que ahora tendrá que comprobar personalmente la seguridad del trazado para transmitir tranquilidad a los equipos.