Se esperaba a Fernando Alonso en Montmeló a lo largo de la semana y el asturiano apareció el martes, de mediodía para almorzar en el motorhome de McLaren. Por allí se dejaron caer Carlos Sainz y Landó Norris, el británico con el mono puesto, además de Gil de Ferran, director deportivo de la marca, o Zak Brown, CEO del grupo. Alonso tiene compromisos con McLaren este fin de semana, pues sigue siendo su piloto en la Indy, y además tiene una cena con participantes en el Mobile World Congress de Barcelona. Volverá al Circuit el miércoles.
Este lunes, después de comer, salió del hospitality de su fabricante a las 14.40 y entró en el de Ferrari. Mattia Binotto, actual director del equipo de Maranello, estaba dentro en ese momento, y no es nada habitual ver a un piloto con contrato de un fabricante entrar en la casa de los circuitos de otro fabricante. En cuanto puso un pie dentro del motorhome, el asturiano saludó a Silvia Hoffer, jefa de prensa de la Scuderia que hasta el año pasado lo fue de Fernando en el fabricante británico. Haciéndose fotos a cada paso por el paddock con decenas de aficionados a su alrededor, Fernando tuvo que escapar por la puerta de atrás de la caseta de Ferrari para llegar al box de McLaren antes de ir a la pista y ver algunas curvas.
No fue la única cara conocida en Woking que se paseó este martes por el paddock: Éric Boullier, ex jefe de McLaren, visitó el Circuit de Barcelona y charló con gente de Renault o con Luis García Abad, mánager del asturiano. También estuvo Vandoorne, compañero de Fernando hasta el año pasado. Los rostros de McLaren hasta 2018, de visita en 2019. O de turismo, que diría Fernando...