Steve McQueen, el mejor embajador de las motos Triumph
Tras el éxito del film ‘la gran evasión’ en 1963, la imagen del actor quedó ligada para siempre a la legendaria marca británica de motos.
Terrence Stephen McQueen (Indiana, 1930-Ciudad Juárez, 1980) fue una de las estrellas más importantes del Hollywood de la década de los sesenta, llegando incluso a ser el actor mejor pagado en su época. Un artista de fuerte carácter marcado por el traumático abandono de su madre, a la que apenas conoció, y que encontró en la interpretación su mejor vía de escape.
En paralelo a las artes dramáticas, McQueen siempre hizo gala de una gran afición por el mundo del motor y la velocidad. Las motos fueron su pasión, y quienes le conocieron afirmaban que tenía grandes dotes para el pilotaje. La marca británica Triumph era su predilecta, algo que demostró durante el rodaje de la película ‘La gran evasión’, una excepcional historia basada un hecho real ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial.
Descontento por su escasa aportación dentro de un reparto coral repleto de estrellas como James Gardner o Richard Attenborough, el joven actor exigió al director John Sturges modificaciones en el guion. Una de las secuencias no contempladas inicialmente en el libreto era la famosa persecución en moto que se desarrolla en el punto álgido del metraje, una escena que planificó el propio actor y que más de cincuenta años después sigue siendo recordada por su modélico sentido del ritmo. En ella, el capitán Virgil Hilts, rol encarnado por McQueen, era perseguido por decenas de soldados alemanes más allá del campo de concentración del que había huido, una situación que, a diferencia de otras narradas en la película, nunca llegó a producirse en la vida real. A riesgo de lesionarse, y para espanto de los productores, el propio actor quiso pilotar la moto en todos los planos, excepto en el famoso salto a la alambrada, que ejecutó su amigo Bud Ekins. La aseguradora de McQueen le había prohibido rotundamente realizar esta peligrosa acrobacia, que implicaba elevarse a una altura de 3,6 m con un modelo de Triumph modificado. Pocos saben que, tras el rodaje y sin cámaras ni miembros del equipo presentes, varios actores del elenco, entre los que se encontraban Charles Bronson, James Coburn y el propio Steve, emularon con desigual fortuna el vuelo de Ekins.
Tras el estreno en 1963 de ‘La gran evasión’, Steve McQueen se consagró definitivamente en Hollywood y su imagen a lomos de la Triumph TR6 Trophy le transformó instantáneamente en un icono de la cultura popular norteamericana. Su prematura muerte a los 50 años, a causa de un cáncer, engrandeció el mito.
El gráfico superior refleja la vinculación del actor con el mundo del pilotaje profesional, así como los detalles técnicos de la moto original, que hoy está expuesta en el Triumph Visitor Experience, un museo inaugurado en 2017, ubicado en Hackley, a dos horas de Londres.