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MOTOGP

Los planes de KTM para 2019

La marca austriaca da la bienvenida a un nuevo año con mucho trabajo por delante, en su búsqueda por convertirse en un equipo referente dentro de la categoría reina.

KTM afronta 2019 con la intención de volver al podio.
KTM Factory Racing

Comienza un nuevo año con una misión intacta en KTM: llegar a lo más alto. La escudería austriaca da comienzo a un curso en el que esperan seguir evolucionando para poder luchar junto a las marcas más competitivas de la clase reina, tratando de ampliar el liderazgo que mantienen en las categorías inferiores del Mundial. El podio cosechado por Pol Espargaró en el último gran premio de la temporada, motiva a un equipo que de cara a 2019 sufrirá cambios en una estructura que saldrá reforzada, a pesar de haber perdido por tiempo indefinido al que era uno de sus efectivos más importantes para afrontar este nuevo reto.

Después de alcanzar los cuatro pilotos en la clase reina con la llegada de Oliveira y Syahrin al Tech3, la lista de probadores también crecía con un Dani Pedrosa que, sin embargo, tras sufrir una fractura de clavícula por estrés de la que tendrá que ser intervenido, complica los propósitos que se habían marcado desde Mattighofen para 2019. El español, que se había convertido en la piedra angular de este proyecto por su trayectoria, no tiene un periodo de recuperación determinado debido a la complejidad de su lesión y ante su ausencia, KTM deberá continuar con un progreso, que aumentará su ritmo de crecimiento tras haber duplicado su número de efectivos.

Crecen los efectivos

El hecho de tener hasta seis pilotos que formarán parte del desarrollo de la RC16, favorecerá la evolución de una montura que en el último GP de España ya dejó sensaciones muy positivas con la actuación de un Mika Kalio que finalizó por delante de las dos oficiales demostrando como desde Austria van con todo. El rendimiento que demostró el piloto probador sobre el trazado español a lomos de la moto de 2019, dejó a Pol Espargaró impaciente por subirse a ella. "Quiero la KTM de 2019 ya porque tiene un gran potencial", declaraba el piloto tras la carrera en Jerez.

Y como todo llega para quien sabe esperar, entró el nuevo curso y el de Granollers pudo probar esa máquina que tanto deseó en mayo. Si cumplirá con las expectativas o no, es cuestión de tiempo. Junto al crecimiento del equipo se une una "fuerte motivación" para Pol que llega desde el otro lado del garaje. Johann Zarco desembarca en la estructura austriaca con la misma mentalidad que el resto de efectivos, van a por todas en este nuevo curso.

La electrónica, tarea pendiente

El galo sufrirá el mismo proceso de adaptación por el que pasó Pol en su momento ya que ambos llegaron a KTM desde la Yamaha satélite del Tech3. Los últimos test celebrados en Sepang ambos ofrecieron un rendimiento similar sobre una montura en la que los cambios no solo llegarán por parte de los integrantes del garaje. La plataforma inercial (IMU), que hasta ahora seguía siendo el único elemento de libre elección para los equipos en el aparto de la electrónica, pasará a ser también homogénea para todos a partir de esta temporada.

El que ha sido uno de los puntos débiles de la firma austriaca hasta ahora, sale reforzado con la incorporación de nuevos ingenieros con los que tratarán de reducir las diferencias que tienen respecto al resto de marcas. Honda y Ducati son las que mayor rendimiento han sacado en un apartado tan importante como el de la electrónica y en KTM están dispuestos a dar un paso hacia delante también en este aspecto para lograr conseguir el objetivo que se han marcado para esta temporada: regresar al podio. Con la carne ya puesta en el asador, desde Mattighofen solo falta encontrarle el punto.