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MOTOGP | GP DE VALENCIA

“Todos dicen palabras bonitas ahora, habría estado muy bien que hubiese sido más a menudo”

“De niño no tenía ningún miedo de dar el salto al CEV o al Mundial, pero ahora el salto es diferente porque es tu pasión”, asegura Dani Pedrosa sobre su retirada.

Cheste
Pedrosa con su madre, Basilia, en Cheste.
MANUEL BRUQUEEFE

Última comparecencia de Dani Pedrosa ante los periodistas en un paddock como piloto mundialista. Lo ha hecho tras acabar quinto el pasadísimo por agua GP de Valencia. No ha podido despedirse ni con victoria ni con podio, lo normal viendo la tónica de su temporada, la primera desde 2002 en la que no consigue al menos una victoria y la primera desde 2001 en la que no sube ni una vez al podio. Las lesiones han vuelto a machacarle este año, primero con una caída en la pretemporada, en Qatar, que le lastimó una muñeca que luego tuvo que operarse después de que le tirara Zarco en Argentina. Y cuando ya parecía que estaba bien, la triple carambola de Jerez entre él, Lorenzo y Dovizioso le costó otra lesión en la cadera que le apeó definitivamente de hacer algo grande este año. “A veces me pregunto por qué todo me pasa a mí”, le dijo a As en una amplia entrevista en Le Mans. Carreras después, en Alemania, anunció que se retiraba, al no aceptar la oferta para continuar con el nuevo equipo satélite de Yamaha. En realidad, ya se había ido, porque el Pedrosa de este año se ha parecido muy poco al de temporadas anteriores, pero él se ha ganado con su trayectoria (54 victorias y tres títulos mundiales, dos de 250cc y uno de 125cc) colgar el mono cuando quisiera, y ha querido que sea ahora. Aunque no del todo, porque seguirá rodando como probador de KTM, pero ya sin la presión de correr.

 -Se hace muy raro que sea la última vez que comparece ante los periodistas como piloto mundialista…

-Es muy extraño que sea la última vez. Hoy en verdad he tenido un regalo, porque han sido dos carreras en lugar de una, pero la parte más negativa es que no he podido ir al ciento por ciento. No tenía nada de grip bueno para ir rápido y entiendo que la pista estaba en unas condiciones muy difíciles. En los entrenamientos pude apretar mucho más. Es lo único malo, pero por lo demás contento. Es raro el hecho de que estos días todo el mundo dice palabras bonitas, pero hubiese estado muy bien que hubiese sido más a menudo, pero bueno…

-¿Cómo han sido las sensaciones y emociones?

-Antes más que al bajarme de la moto. Al bajarme pensaba que podía haber ido mucho más rápido y me he bajado con la sensación de que faltaban unas herramientas buenas. Antes, por el paddock me he cruzado con los aficionados y conocidos desde hace mucho tiempo y me bastaba con sus miradas para comprender que te sientes un poco mal, en parte, por dejar a toda esa gente que ha creído en mí y ha confiado en mí. No poder verme más y no poder soñar más. Soy muy emotivo, pero la verdad es que he aguantado bastante mejor de lo que pensaba.

-¿Nota a estos 18 años?

-He peleado mucho por mis objetivos, con pilotos de súper nivel y he sido uno de ellos, a pesar de todo lo que no se ve, pues se ve sólo el resultado de la carrera, si vas más rápido o más lento, si adelantas o no. Todo lo que conlleva llegar a ese momento, neumáticos fríos o que no se calientan, o problemas miles, he podido ir esquivando y haciendo mi camino a pesar de todas las dificultades, especialmente en MotoGP ya que en las categorías pequeñas no tenía estos problemas. Me pongo la nota más alta que me podría poner, sobre todo pensando cómo ha sido mi carrera, cómo empezó todo con mi padre, en casa, con la gente que me fui cruzando en el camino. A Bautista por ejemplo lo conocí en el 96, también a Ángel Rodríguez, a Stoner en el 2000, con los que hemos tenido un paralelismo tan igual desde tan pequeños y ahora son esos recuerdos que me vienen. Desde donde salimos, lo que hubo que pasar. Ahora en Moto3 las motos son todas iguales. Hoy hemos visto a un rookie ganar, lo que es increíble. En otra época eso era mucho más difícil, había que tener la moto y el equipo y eso te curte mucho y hay que vivirlas, hay que hacerlas.

-¿Qué va a ser de su vida a partir de ahora? ¿Le da vértigo llevar una vida distinta?

-Sinceramente, no lo sé qué va a ser. Ir en moto, aparte de eso no lo sé exactamente porque siempre me he dejado guiar por los sentimientos y ahora tienen que venir empezando por aquí. El paso de ahora da más vértigo que cuando tenía 13 años. Me acuerdo que cuando tenía 13, 14, 15 años con la Movistar y me dieron la oportunidad de ir al CEV y al Mundial, discutiendo con mi padre, que me decía: 'Haz un año más la Movistar o el CEV, que allí van muy rápido y eres muy pequeño'. Y recuerdo que no tenía ningún miedo de dar ese salto, pero ahora el salto es diferente por el hecho de que es tu pasión y la vas a vivir pero de otra manera, no con la competición.

-¿Qué diría ahora a un Dani que empezase en la competición que no hiciese?

-Seguramente es simple, le diría que no se preocupara mucho porque aunque piense que no sabe cómo van a ir las cosas o qué decisiones tomar, en el fondo lo sabe, lo sabe todo, y lo único que necesita es seguir a su instinto.