Hamilton: la leyenda del niño que luchó por sus sueños
El británico es el único piloto que siempre ha ganado un gran premio. Su carrera se inicia cuando abordó a Ron Dennis con diez años.
Va por la vida con el brillo del que sabe que tiene el mundo ganado. Haga lo que haga. Lewis Hamilton está por encima de todo, viste como quieres, pilota como los ángeles y gana, lo más importante en cualquier deporte, también en este en el que el factor humano a veces se ve dilapidado por la máquina. Hamilton ha logrado su quinto título mundial, se sienta ya en la mesa del gran Juan Manuel Fangio y solo persigue a Michael Schumacher, el Kaiser de los siete títulos mundiales.
Pero la leyenda de Hamilton, el único piloto en la historia que ha ganado un gran premio al menos en cada año de su vida deportiva, comienza hace mucho tiempo, quizá ese día en el que siendo un niño le pide a Ron Dennis que quiere pilotar para McLaren. Fue entonces cuando uno de los mejores jefes de equipo de la historia se enamora del talento de ese chaval que deslumbraba en el kárting. Después, ya en GP2, le vimos hacer adelantamientos dobles en la pista y ser campeón con cinco victorias por delante de Piquet Jr. Un año después, en 2007, debuta en Fórmula 1 con McLaren como compañero de Fernando Alonso en una de las temporadas más apasionantes de siempre.
Hamilton hace una primera temporada espectacular para un novato: cuatro triunfos, 16 podios y seis poles. Había nacido una estrella. Un año después logra su primer título ante Felipe Massa casi en la última curva del GP de Brasil en Interlagos, todos recordamos la cara del padre de Felipe celebrando el campeonato y su posterior decepción. Ese día se convierte en el piloto más joven en ganar el Mundial con 23 años y diez meses.
No es su mejor año 2009, dominado por Button y su Brawn de doble difusor, pero aún asi se las arregla para ganar dos carreras en Singapur y Hungría.
Llega 2010 y empieza la era de Vettel y su Red Bull de difusor soplado, ese año aunque llega a Abu Dhabi con opciones no es el mejor de Hamilton, pese a todo consigue tres triunfos, nueve podios y una pole. Al año siguiente tres victorias, pero su compañero Button le bate en el Mundial, es segundo por el cuarto de Lewis.
Llega 2012 y pese a tener un McLaren competitivo, logra cuatro victorias, siete podios y siete poles, no puede con Alonso y Vettel que se juegan el Mundial en Interlagos, abandona en esa carrera que gana Button. Pero en 2013 cambia todo porque toma la decisión que le convierte en leyenda absoluta de la F1, deja McLaren por Mercedes de la mano de Ross Brawn y para sustituir a Michael Schumacher. El coche aún no es el más rápido por los problemas con los Pirelli, pero gana una carrera en Hungría. Sin embargo en 2014, con el cambio a los motores híbridos empieza la era Mercedes con Hamilton como gran estrella, lograr cinco títulos de pilotos y, de momento, cuatro de constructores de manera consecutiva.
Hamilton es campeón en 2014,15, 17 y 18, solo Rosberg le bate en 2016. Con los alemanes consigue 51 victorias, 55 poles y 83 podios. Impresionante. En Austin ha logrado llegar a los cinco títulos del legendario Juan Manuel Fangio. Ahora solo le queda agrandar una leyenda, la que demuestra que desde niño hay que ser valiente y luchar por los sueños.