La solución a la crisis de Yamaha puede estar en su biografía
Tras constatar hace 15 años las deficiencias de la M1, la marca del diapasón inició una profunda reorganización liderada por Masao Furusawa.
24. Este es el número de carreras que acumula Yamaha sin ganar una prueba en el Mundial de MotoGP, una alargada sequía que supone la peor crisis de su historia en el campeonato y que no augura grandes atisbos de esperanza a corto plazo, a pesar de la tercera posición de Maverick Viñales en el Gran Premio de Tailandia 2018.
Porque Valentino Rossi y Viñales llevan luchando toda la temporada con una M1 que presenta una considerable falta de tracción en comparación con la Ducati y Honda, un déficit que los técnicos no consiguen descifrar su origen.
El motor, la electrónica o el reparto de pesos han sido examinados y evolucionados por los especialistas, sin encontrar esa competitividad que permita, entre otras muchas cosas, disminuir la degradación de los neumáticos. Una situación que recuerda en exceso al período que la marca de los diapasones vivió hace 15 años.
"Vamos a establecer un programa de tests muy completo durante el invierno para desarrollar la máquina. Recientemente hemos modificado ampliamente nuestra organización y confiamos en poder ofrecer el conjunto idóneo", declaró Furusawa antes de comenzar su primera temporada en Yamaha.