"En McLaren los jefes peleaban continuamente, era inestable"
Kevin Magnussen, ahora en en el equipo Haas, recuerda su llegada al Mundial en 2014 a la escudería de Woking: "La presión fue enorme".
Kevin Magnussen llegó a la F1 con la vitola de campeón de las World Series y como una de las más firmes promesas del automovilismo. Debutaba en McLaren y todo presagiaba un camino de vino y rosas, pero su primera temporada en el 'Gran Circo' fue un desastre y acabó dejando su asiento a Fernando Alonso el año siguiente. Ahora en Haas, donde llegó en 2017 tras pasar un año en blanco y otro en Renault, está mucho más feliz ya que ha puntuado en siete carreras esta temporada y es octavo en la general.
El danés reconoce ahora 'motorsport.com' que su llegada al Mundial fue "bastante horrible y muy inestable". Todo lo contrario que con Haas: "Ahora es realmente divertido, lo más divertido que he hecho en la Fórmula 1, y el sentimiento más competitivo y amable que he tenido. Muestra la calidad de la que está formado el equipo, pueden tomar decisiones y son capaces de comprometerse y aceptar instrucciones".
Alabanzas a la estructura estadounidense y palo monumental, sin nombrarlos eso sí, a McLaren: "No hay peleas entre los responsables ni diferencia de opiniones. Conmigo, acordaron que yo era el tipo de piloto con el que les gustaría comprometerse y lo hicieron. El equipo con el que llegué era muy inestable y los jefes estaban peleando continuamente. La presión fue enorme ya que sabíamos que todo estaba entre nosotros y Jenson, empezamos a cometer errores, a estar tensos y no teniendo un buen rendimiento".