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GP DE AUSTRALIA I LA INTRAHISTORIA

Un envoltorio de sándwich hizo abandonar a Sirotkin en Australia

El piloto ruso de Williams tuvo que retirar su monoplaza en la vuelta cinco por la alta temperatura que sus frenos presentaban.

Mechanics work on the car of Williams' Russian driver Sergey Sirotkin in the pits at the Albert Park circuit in Melbourne on March 22, 2018, ahead of the Formula One Australian Grand Prix. / AFP PHOTO / William WEST / -- IMAGE RESTRICTED TO EDITORIAL
WILLIAM WESTAFP

Nunca es fácil debutar en el Mundial de Fórmula 1. Y la misión se complica si pilotas para uno de los equipos con mayor historia del campeonato. Una situación que está padeciendo Sergey Sirotkin esta temporada con Williams.

El ruso, que aterrizó en la escudería de Grove tras una dura batalla con Robert Kubica para sustituir a Felipe Massa, aún se encuentra luchando para adaptarse a las características del FW41, hecho que le impidió acceder a la Q2 del Gran Premio de Australia 2018, acto que si consiguió Lance Stroll.

Una discreta decimonovena posición que apenas pudo mejorar Sirotkin durante la prueba en Melbourne, ya que sólo cinco vueltas después de que el semáforo se pusiera verde, se veía obligado a abandonar la carrera por la alta temperatura que presentaban sus frenos.

¿El motivo? Un envoltorio de sándwich. "Nuestro análisis provisional es que Sergey Sirotkin ha recogido una bolsa de plástico en el circuito, bloqueando por completo el enfriamiento de los frenos, de modo que la rueda trasera derecha se incendió y finalmente falló el circuito hidráulico", analiza Paddy Lowe en el comunicado oficial de WIlliams.

Una situación que pudo terminar peor, ya que el piloto de Moscú revela que se quedó sin frenos justo en el momento del abandono en la curva 13, una zona del trazado donde los monoplazas ruedan a más de 200 kilómetros por hora: "No te creerías lo que pasó. Fue una bolsa de sandwich de plástico, que se metió en el conducto de freno trasero derecho. Era la vuelta 3 o 4 y eso hizo sobrecalentarse demasiado a los frenos. Causó picos de temperatura muy altos y destruyó los frenos. Obviamente, llegó el momento en el que perdí completamente el pedal. No había ningún muro ni nada ahí, así que afortunadamente el coche sigue de una pieza. Pero perdí el pedal y me fui completamente recto. El día se había acabado".

En un deporte donde las escuderías miden y simulan cada elemento del coche para conseguir ir lo más rápido posible, resulta curioso que un simple envoltorio de sándwich pueda arruinar todo este trabajo. Paradojas de la Fórmula 1.