Esteve: "Cuanto más duro es el Dakar, más vale lo que logras"
El catalán, que finalizó 21º en coches junto a Txema Villalobos: "El recorrido de este año hizo justicia al 40º aniversario de la carrera".
Isidre Esteve es, entre otras muchas cosas, un dakariano feliz. 21º clasificado en coches del pasado Dakar junto a su copiloto, Txema Villalobos, y es el segundo español de la general tras Sainz. "No podemos pedir más", dice el catalán, que visita As tras uno de los rallys más exigentes que se recuerdan: "El más difícil de Sudamérica, pero lo hemos pasado genial y si es más duro, más valor le das a lo que consigues. El recorrido de este año hace justicia al 40 aniversario de esta carrera y hay que felicitar a Coma y Colomer".
Su coche de Sodicars vestido de Repsol, Onyx y KH7 cumplió frente a una legión de coches oficiales y carreras-cliente: "Tiene un potencial enorme y pudimos correr cada día y el año que viene también será competitivo. No queremos volver atrás”. Lo único que le ha cansado de más es "hacer kilómetros de noche". Entre las mayores dificultades estuvo cruzar un río en la etapa maratón, La Paz-Uyuni: "El agua llegaba al cristal de la puerta del copiloto, pasaba por encima del capó y no se veía la línea de paso. Y la etapa se complicó mucho".
"Luego analizas a otros pilotos y al final el único que no tiene problemas es el que gana", dice Isidre. Ganó Sainz: "Hablamos con él al principio y nos dijo que no tenía que correr tanto como los años anteriores. Y yo me alegro muchísimo por él, tiene mucha responsabilidad en el gran coche de Peugeot. Era justo que venciera".
Y venció la propia carrera con una edición que recuperó la esencia: "Nunca será africano, compararlos es un error. En África era una carrera muy lineal y de mucho desgaste, de muchas horas y kilómetros. Pero en Sudamérica el Dakar es más difícil, aunque quizás no sea tan duro porque las condiciones son otras. También es más seguro, en África había secuestros, oías disparos a la entrada de un pueblo. Además ahora tenemos hospitales en todas partes".
Isidre, de 45 años, suma 12 participaciones. Antes de los tres en coche hizo nueve en motos y llegó a ser cuarto en 2001 y 2005, previos al accidente medular que sufrió en 2007. "La moto es una sensación bestial de libertad, vives el Dakar al cien por cien. Eres piloto, navegante, mecánico… abrir pista en una etapa de dunas es sensacional. Pero están las caídas. En un coche hay mucha seguridad, pero en las dunas no disfrutas, sufres, no ves nada", reconoce.
Su momento más crítico, cuando le extirparon el bazo en 2006, aunque confiesa que tiene "memoria selectiva". Y su experiencia más fuerte en el raid, una etapa maratón de tres días en el año de su debut, 1998: "Me caí, me senté al lado de la moto y me dije que era imposible. Creía que los 700 kilómetros de la etapa eran de dunas, no sabía que después venía llano y pista. Cuando llegué al campamento a las ocho de la noche éramos 20 tíos. Pensaba que suspenderían la carrera, pero al día siguiente salimos otra vez".