Cristina Gutiérrez: "¿Por qué una mujer no puede ganar el Dakar?"
La piloto burgalesa, en As: "Esta es una de las categorías más inclusivas y entran en juego muchos factores, no sólo la parte física".Rally Dakar 2019: españoles y pilotos más destacados en Perú
Esperan 9.000 kilómetros de tierra, dunas y trampas, Cristina Gutiérrez afronta el reto de su segundo Dakar. El de su debut el pasado enero le sirvió para "madurar como persona y piloto, como un máster de la vida", y lo terminó sin incidencias graves. Eso le permitió acabar con las voces críticas y ganarse a pulso un puesto en el automovilismo nacional. La piloto burgalesa de 26 años estará en la salida del próximo 6 de enero en Lima con un Mitsubishi Montero derivado de la serie. Habrá 525 participantes de los cuales sólo 11 serán mujeres.
"Y tres españolas. Son pocas. Espero que cada vez sea menos noticia", afirma Cristina, que ayer visitó la redacción de As. Y subraya el componente igualitario de los raids: "Se trata de una categoría muy inclusiva. Mujeres, hombres, pilotos discapacitados… compiten juntos. Laia Sanz está al nivel de los diez primeros en motos. Y en coches, limitación por género no hay. Quizás en la Fórmula 1 todo esté tan medido que la diferencia se haga en la parte física, pero en los raids entran muchos factores. El coche, la suerte, la etapa, el tiempo… ¿Por qué una mujer no puede ganar el Dakar?". Como hizo la alemana Jutta Kleinschmidt en 2001.
Su Montero llega a 2018 con "mejoras en el motor, un 3.2 diésel de Mitsubishi. También en las suspensiones de Reiger y en cuanto a pesos, se ha aligerado el coche unos 100 kilos". El objetivo: "Terminar un Dakar siempre es un reto independientemente del coche que lleves. Puedes fallar e irte a casa, con terminarlo me daría con satisfecha y si eso pasa, con el coche que tenemos estoy segura de que podemos hacer un buen papel en la categoría T1.S (derivados de serie)".
"Se nota la mano de Marc Coma, le han dado total libertad en esta edición", asegura sobre el recorrido (Perú, Bolivia y Argentina) y puntualiza: "Empezaremos muy fuerte, pero no hay que dejar de lado la segunda parte del rally en Argentina, será muy duro y con mucho calor". Por la exigencia de la primera semana, repleta de navegación, refuerza su asiento derecho con el copiloto Gabi Moiset: "Lleva ocho dakares y es excepcional. Y también ha ido al Dakar de mecánico".
Cristina empezó a coger coches y motos como hobby, se inició en el todoterreno y se federó para competir con su hermano de copiloto hace 8 años: "Empecé con un histórico básico y nunca imaginé que participaría en un Dakar". Su padre, "muy aficionado al mundo del motor", le acompañará en la carrera.
"Llego incluso más ilusionada que al primer Dakar, también porque he tenido más tiempo para prepararlo", cuenta. Entre sus puntos fuertes ella destaca la fortaleza mental: "En 2017, en una etapa nos quedamos sin embrague, 400 kilómetros por delante subiendo y reduciendo marchas 'a capón'. Fue duro, hay que tener la cabeza fría. Es importante cuando cambias el chip y decides seguir hasta que no pueda más el coche". Con esas experiencias va a por su segundo Dakar. Y con una enseñanza en clave gastronómica: "Lo peor, la comida. Este año me llevo frutos secos".