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MOTOGP | GP DE VALENCIA

Márquez: "Vivo un sueño y no quiero que se termine"

El campeón se ruboriza cuando se le recuerda que es el mejor de la historia a los 24 años y respecto a la gran salvada, dice: "Este año he tenido 27 caídas y media".
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Márquez: "Vivo un sueño y no quiero que se termine"

Como loco estaba Marc Márquez tras proclamarse campeón del mundo de MotoGP por cuarta vez, por sexta contanto los títulos de 125cc y Moto2, pero atendió a los periodistas por espacio de una hora.

-Ha elogiado a Dovizioso en inglés y ha dicho que ha aprendido mucho este año, a nivel mental, pero nada de lo que ha aprendido de él lo ha puesto hoy en pista…

-Sí, sí, es así, es verdad… (Risas). He aprendido muchas cosas de él, y espero utilizarlas, pero el año que viene. No podía cambiar el chip. Me sentía tan fuerte durante todo el fin de semana que era muy difícil gestionar una carrera a lo ‘amarrategui’, ahí quieto detrás… No podía, no podía. Era muy consciente de que no tenía que arriesgar más de la cuenta pero el error no ha sido por ir pasado de vueltas, ha sido por miedo, cosa que no tengo nunca. He tenido miedo, respeto, de que Zarco entrara y lo último que quería era que cayeran dos pilotos, y yo dentro. Porque ahí sí que Dovi ganaba muchas plazas de golpe. Sí que he frenado más tarde y ha venido un error, pero no ha sido por ir pasado de vueltas.

-Es el campeón más joven de la clase reina, el bicampeón más joven, el tricampeón más joven, el tetracampeón más joven… ¿No le da la sensación de que este dominio puede empezar a afectar a sus rivales y a las fábricas?

-Tengo la sensación de que estoy viviendo un sueño y no quiero que se termine. No quiero pensar mucho en estos números porque no quiero relajarme. Aquí cuando te relajas y los campeonatos están como este último, puedes acabar quinto, sexto, y pierdes motivación, pierdes un poquito el carácter y ya pierdes casi todo. Sí, es importante que tus rivales te vean fuerte, pero es importante que tú no te veas superior a ellos, que te veas en igualdad de condiciones. Esta es una de las cosas que siempre intento mantener y se ha visto este año, nunca subestimar a nadie, ‘bah, no me puede ganar este…’. Todos los que están en MotoGP tienen experiencia, son buenos y hay seis pilotos que te pueden ganar un Mundial.

-Esto está muy bien, pero es el piloto más laureado de la historia a los 24 años, más que nadie, incluso que Valentino Rossi. ¿Esto le dice algo?

-Cuando dices esto está claro que me pongo contento y que estoy orgulloso. Pero al final no es sólo el que se sube encima de la moto: te tienes que saber rodear de la gente que toca, tu entorno, tu equipo, hay una fábrica detrás, hay un trabajo día a día, y sin esto no sería posible. Si os fijáis, desde los 11 años estoy rodeado más o menos por la misma gente, no he tocado nada, ni preparador físico, ni me he movido de Cervera, intento mantenerlo todo igual, soy feliz y estoy disfrutando, y por eso he celebrado el título así, porque me hacía la misma ilusión que el primero. La motivación era la misma, la intensidad con la que trabajo en casa es la misma desde el primer día, y la ilusión de ganar un título, de ver a mis mecánicos, de ver a mi fan club, es increíble.

-¿Es su mejor título? Por madurez, por la situación de inicio de temporada y la distancia que llegó a tener con los de delante en la general, por la cantidad de rivales…

-Cada año maduras y cada año intentas mejorar. Claro, ahora diría, ‘sí, es el mejor título’. Pero también he cometido errores que no tocaban esta temporada. El de Le Mans, el de Argentina, cosas que se pueden mejorar, tres ceros demasiado pronto en el campeonato… Sí, lo hemos podido salvar porque los otros han cometido errores. Quizás temporadas perfectas no hay, pero se pueden mejorar siempre. La del año pasado comenzó de una manera diferente y la gestioné un poquito mejor, este año me tocaba atacar, y espero que la siguiente sea mejor. Sobre todo en la segunda parte de la temporada casi me pondría un 10. He estado todas las carreras en el podio, quitando Malasia, sobreponiéndome al problema del motor, porque quieras o no afecta a la confianza. Esta segunda parte ha sido perfecta.

-Siete de los últimos ocho títulos de MotoGP han llevado sello español.

-Creo que tenemos que estar orgullosos del nivel que tenemos en España, de los pilotos que hay, y es un trabajo que se hizo en la cantera que está dando sus frutos. Incluso había un campeonato de España que han convertido ya en el Mundial junior, pero sigue siendo un campeonato de España, que se creó aquí, copas de promoción, donde trabajan con chicos muy jóvenes, y espero que tengamos cuerda y pilotos para años. Porque parece que esto no se termina: en MotoGP somos bastantes, en Moto2 está mi hermano, que espero que el año que viene también luche por el título, sube Mir, están Canet, Martín… Parece que no se termine. Mientras podamos, disfrutemos y sonriamos los españoles.

-Ha explicado que a mitad de temporada se asustó porque le salieron unas calvas en la cabeza… ¿Cómo fue esto?

-(Risas) Estaba con la peluquera y me dijo que me estaban saliendo unas calvitas. La dije que tengo 24 años y que no me quedaré calvo, que mi abuelo y mi padre tienen pelo, así que es imposible. De allí fui directo a ver al doctor Charte (NdR: uno de los responsables médicos del Mundial) y le pedí que me lo mirase y me dijo: ‘Tienes que relajarte. Esto está provocado por los nervios y la ansiedad’. Y era en el momento crítico de la temporada, después de Montmeló, donde me caí cinco veces. Subí al podio pero había pasado muchos nervios en las semanas anteriores. Me dio una cremita que lo solucionó. Espero que no vuelva a pasar y poder gestionarlo de manera diferente.

-¿Qué le ha enseñado este Mundial?

-Siempre aprendes muchas cosas, pero la mayor enseñanza es ‘nunca subestimar a nadie’. Temerlos a todos por igual. Soy sincero: a principio de temporada nunca habría puesto a Dovi en la quiniela. Y si lo hubiese hecho no os lo habrías tomado en serio. Aquí hay muchos pilotos rápidos, muchas fábricas que trabajan muy duro durante el invierno, y cualquiera te puede ganar. Cuando Dovi ganó en Mugello dije: ‘¡Bien! Ha ganado Dovi y le he restado puntos a Viñales y a Rossi’. Ganó en Montmeló y pensé ‘bueno, es Dovi, han quedado detrás los otros’. Y al final ha sido el rival más fuerte…

-¿Qué se le pasa por la cabeza cuando hace la salvada en la primera curva?

-Este año me he caído 27 veces y media. (Risas). Cuando se me va de delante, no quería soltar la moto. He pensado que me quedaría enganchado a la moto y ya veremos si paramos en la grava o en el muro. Pero era el momento que tenía que arriesgar. Allí he visto que se iba de delante, pero de detrás se mantenía. He puesto las cuatro ruedas en el suelo, las dos de la moto más codo y rodilla. Y una vez la he levantado, había pasado lo peor pero venía la gravilla, no he tenido prisa en salir porque me caí el año pasado en entrenamientos de manera similar. Así que me lo he tomado con calma, he pensado ‘hacemos quinto y ya está’. Pero luego me veía con corazón de pillar a las dos Ducati.

-¿Le había contado su madre que había avisado a Zarco el día anterior que tuviera cuidado con usted, no fuera que le tirase?

-No me lo había contado porque la habría echado la bronca. Pero sé que aquí todos hacen su carrera, como en Australia, donde nos pegamos de palos hasta la última vuelta y nadie se quejó. Yo me estaba jugando el Mundial, pero Zarco su primera victoria y son cosas de las carreras.

-El año pasado vimos una versión más conservadora. ¿Cuál hemos visto este año?

-Depende de las situaciones. El año pasado pude afrontar el campeonato de esa manera, porque la primera parte fue muy buena y los rivales cometieron errores. Esto me permitió administrar la ventaja, que es lo que he hecho en Malasia y aquí… bueno aquí no mucho. Esta segunda parte del año ha sido muy diferente porque tocaba arriesgar, 5 puntos podían ser muy importantes porque intuía que el título se decidiría en Valencia.

-¿El 6 del dado en la celebración estaba trucado?

-No sabía nada de la celebración, porque soy un poco supersticioso en eso y no me gusta saber. Pero estaba trucado, seguro. Me han dicho, ‘tira que sale el 6’, y he pensado ‘como no salga les mato’ (risas). Si os habéis fijado, he corrido detrás del dado, porque no confiaba, y si sale otro número lo giro rápido.

-El año pasado el piloto estuvo por encima de la moto, ¿este año también?

-Nunca diré eso porque entiendo que es un equipo y cada piloto tiene su pilotaje y ya se ha visto en el pasado, pilotos que cambian de marca y les cuesta más. Esto va por estilos, a principio de temporada tenía una moto que me costaba mucho, y no disfrutaba, pero esta segunda parte hemos conseguido encontrar un compromiso donde en muchos circuitos era la mejor moto y en otros no tanto. Pero sufriendo he conseguido acabar siempre en el podio, y esto ha hecho la diferencia.