Grosjean, abierto a correr en la NASCAR, pero no quiere óvalos
El francés se sentó en uno de los coches que Haas tiene en la competición americana en su presentación y quedó prendado. No le importaría competir en uno de sus autódromos.
Fue a finales de septiembre del pasado año, en Carolina del Norte. Allí, en la sede del equipo Haas, además de anunciar una llegada que todos vimos venir, se sentó en una de las maravillas americanas: un coche de la NASCAR. Y Grosjean quedó prendado, tanto que sigue pensando en probarlo e incluso en correr una de sus citas. Eso sí, no un óvalo. En ellos los coches ruedan separados por centímetros a velocidades de vértigo y eso lo deja para los especialistas.
"Sí estaría interesado en competir en una carrera, pero lo haría en un autódromo, no en un óvalo, nunca. Estaría asustado, es una especialidad. Estoy abierto a hacer algunas pruebas en un autódromo para ver cómo corre antes de tomar una decisión. Este coche es muy diferente a uno de F-1", dice Romain en ‘Motorsport’. Él es piloto de Fórmula 1, le gustan los circuitos con su variedad de curvas y sus rectas, con sus frenadas y aceleraciones. Y de esos en la NASCAR hay pocos, pero los hay.
Ontario, Lexington, Elkhart Lake, Sonoma y Watkins Glen son los trazados que demuestran que en la competición de EEUU no sólo hay óvalos. Los perfectos para Grosjean, que recuerda sus impresiones cuando se sentó al volante del coche de Haas: "¡Tenía la sensación de que tenía 4 metros a mi derecha! ¿Por qué el asiento no está en el centro? Pero sí, admito que la idea de disputar una carrera un día es muy atractiva". Su jefe, Gene Haas, ya le dio vía libre para ello. Tiene cinco circuitos para elegir…