Joan Pedrero dice adiós tras caerle la moto encima

El viaje de Joan Pedrero en el Dakar acabó en La Rioja. El gigante de Canet de Mar se vio obligado a abandonar tras una caída durante la décima jornada. Amanece en el campamento y Joan aún resopla. "Es que fue una caída dura, para hacerme mucho, mucho daño. Ahora sólo queda recuperarse. Voy a San Juan y luego para casa", cuenta Pedrero con media sonrisa, seguramente consciente de las leves consecuencias de una caída tan peligrosa. Se libró de una buena.

Joan, que trataba de finalizar el Dakar en el Top 10, ("incluso algo mejor", reconocía), fue trasladado por el helicóptero de la organización hasta el campamento. Allí fue llevado al centro médico, donde le sometieron a una revisión y le administraron suero. "Llegué destrozado. Ya en el helicóptero me pincharon. Tenía la muñeca dolorida ("mira, no hay rotura, pero mira cómo está", explica) y un dolor en la espalda terrible", cuenta el piloto catalán, que acto seguido relata cómo se produjo la caída: "Iba muy bien, muy rápido, y de repente me encontré con una piedra y 'salí por orejas'. Iba a 105 km/h y el salto fue tremendo. Volé por los aires, caí al suelo y la moto me cayó encima, golpeándome en la espalda. Reparé lo que pude, porque estaba molido, y traté de seguir. Hice unos cien kilómetros más, pero la moto no iba y yo estaba destrozado. Llamé y vino el helicóptero a sacarme de allí".

Pedrero lamenta especialmente el accidente, pues "había comenzado muy bien una etapa que era para marcar diferencias, muchas diferencias". De todos modos, su Dakar estaba siendo de nota y en clara progresión. Era el segundo español en la general (por detrás de Gerard Farrés) con una moto, la Sherco, en franca desventaja respecto a las que pilotan los rivales de Joan. El gigante que ya viaja para San Juan y de ahí para España. Seguro que en un año está haciendo el viaje de regreso.