Fernando Alonso y Carlos Sainz se ven las caras en Shanghai

Es como si le hubieran puesto un foco encima, ya saben, ése tan potente que colocan a los cantantes en un concierto antes de empezar y mientras todo está oscuro. Carlos Sainz se ilumina ante la pregunta, siente sin querer que el gran momento puede estar a punto de llegar. Ése en el que se encontrará en la pista con su gran ídolo, su amigo, su referente, la leyenda que sueña con igualar algún día. ¿Cómo ha imaginado ese momento de luchar con Fernando Alonso?

Podría parecer una utopía, en un primer momento porque el madrileño es un debutante en los grandes premios y el asturiano el mejor piloto de la parrilla de Fórmula 1 (o uno de los mejores, si lo prefieren, que puede ir en gustos), porque uno está en Toro Rosso y otro en McLaren. Pero… Precisamente por todo esto se puede dar esa circunstancia en el GP de China.

Y sí, Carlos lo ve, con humildad, con respeto, pero también con ilusión: “Tengo unas ganas terribles de batirme en pista con Fernando, pero también con Button, que también es campeón. Muchas ganas porque tener la oportunidad de luchar contra campeones del mundo, aunque no sea por la victoria, seguro que es algo de lo que voy a aprender mucho en cada vuelta que dé con ellos, ya sea delante o detrás será una vuelta de aprendizaje, en la que podré ver y analizar y con ganas tremendas y para adelante”.

Y es que en los libres pudimos apreciar que el Toro Rosso que estuvo delante y con posibilidades incluso de luchar por figurar entre los cinco primeros en las dos anteriores carreras de la temporada, en este trazado no va tan bien como debiera, sin duda por los problemas que tienen en la unidad de potencia. El madrileño de veinte años ha visto cómo su equipo le ha cambiado el motor que utilizó en Malaisia y que estuvo a punto de dejarle tirado para colocar uno nuevo, el segundo del año.

Eso sí, por la tercera unidad de potencia va ya Alonso, tres de cuatro posibles en principio, aquí le han cambiado todo menos el motor de explosión. No es una evolución, es otra unidad nueva del mismo del que se espera que no sufra problemas de fiabilidad. Pero sí, McLaren, que estaba en un mundo aparte en Melbourne y Sepang, se acercó un poco al resto, aquí parece poder luchar en la zona media de la parrilla.

Poco a poco van intentando llegar al cien por cien de la capacidad del motor Honda, aquí han abierto un poco más y les ha ido bien, mejor de lo esperado. A pesar de que no lo reconozca el asturiano, el objetivo de ambos McLaren debe ser estar en la Q3 y en la carrera luchar por estar entre los diez primeros, lo más arriba posible. “Parece que seguimos en el camino adecuado. Seguimos acercándonos. No me veo en la Q3, caeremos un poquito, pero la Q2 es un objetivo real para esta carrera”, decía Fernando. El doble campeón aún ve lejano el momento de llegar a la competitividad mostrada por el coche de Faenza, pero el cruce de generaciones está más cerca. Y aunque quizá no lo sepan, dos generaciones de genios se citan en Shanghai para hacernos disfrutar. Por favor…