F-1 | Entrevista con el Tetracampeón (II)

Sebastian Vettel: “Un líder es aquél que conoce el camino”

Después de las reflexiones sobre su deporte, el campeón del mundo muestra su faceta más humana: se describe como una persona normal que sigue soñando con mejorar.

Con un plato en cada mano. Vacíos los dos. Camina Sebastian Vettel desde el box de Red Bull hacia el inmenso palacete móvil de su escudería. Aún no lleva el mono de competición puesto y parece y hace cosas de gente normal, gestos de educación, de persona humilde a la que le ha costado mucho llegar a donde está. Hoy conocemos algo de Sebastian, más allá de Vettel...

—¿Se puede ser normal con cuatro títulos mundiales de Fórmula 1?

—Se intenta, creo que a veces lo consigo. Ser como siempre he sido.

—Estamos hablando de una persona que ha conocido ese ente tan etéreo y ansiado que llamamos la gloria, el éxito, el triunfo, algo con lo que muchos sólo pueden soñar. ¿Sigue soñando Sebastian? ¿Y con qué?

—Me encanta el deporte, me encanta pilotar el coche y me encanta la competición. Me encantaría pelear con otros pilotos en la pista, especialmente gente como Fernando, en realidad es de lo que trata todo esto.

—¿Y en la vida fuera de las carreras?

—En términos de mi vida particular, creo que he conseguido los mismos sueños que otras personas, tener una vida privada, una familia, lo normal en realidad.

—Si tuviera que definirse en una sola palabra, ¿cuál sería?

—Humano, quizá. No sé, es complicado. Ya, ya lo tengo, ¿normal?

—Todos en la vida tenemos un momento importante, algo que se ha dado en llamar el instante eterno.

—El mío supongo que será el de mi nacimiento, de lo contrario no estaría aquí.

—Quizá encuentre alguno más allá del día que nació.

—Sí, claro, quizá sería el día en que mi padre decidió comprarme un kart, creo que ese momento fue crucial. Aunque no podría elegir uno más importante que mi nacimiento. Pero, ¿sabe qué le digo?

—Por favor…

—Creo que el más importante está por venir. Siempre es bueno querer algo más, esperar algo más de la vida.

—Una buena reflexión, la verdad. Dígame ¿qué le hace feliz que no cuesta dinero?

—Cuando mis amigos me hacen reír, mi familia, cuando me siento a gusto. Creo que éstas son las cosas más importantes de la vida. A parte de eso, me gusta el helado de vainilla, por lo que no se necesita mucho para hacerme feliz.

—Ha hablado de la época del kárting. ¿Qué consejo le daría a un niño sobre las carreras?

—Es difícil dar consejos. Es necesario el apoyo de su familia, pero lo más importante es amar lo que haces. Usted necesita tener una pasión por el deporte, porque de lo contrario va a ser bueno, pero nunca podrá competir con los mejores. Si no amas lo que haces no puedes ser el mejor, para ser grande hay que amar tu oficio.

—Ahora es usted padre, ¿le pide consejo al suyo?

—Sí, es algo normal la relación entre un padre y un hijo, él tiene más experiencia y claro que acepto lo que me dice.

—¿En algún momento ha sentido que le trataban diferente por ser más joven que la mayoría de sus rivales?

—Creo que me estoy haciendo mayor. Como ya le dije, hay chicos jóvenes que vienen apretando y personalmente yo ya no soy tan joven. No he sentido que me hayan tratado de forma diferente. En la F-1, en el momento que has probado que eres lo suficientemente rápido, ya tienes ganado el respeto.

—Se le considera muy maduro mentalmente, este año está viendo que la victoria es muy complicada, ¿cómo maneja la derrota?

—La Fórmula 1 es mi vida, pero hay otras cosas que son importantes, así que tomo como normal el hecho de que me ganen. Estamos compitiendo al más alto nivel, con los mejores y todos ellos tienen un gran potencial . Durante una temporada siempre hay un piloto que destaca seguro que porque tiene el mejor paquete de coche, neumáticos… y también porque hace el mejor trabajo. Es entonces cuando logras ser campeón del mundo, pero no por eso te crees invencible. Los últimos cuatro años han sido increíbles y este año está siendo más difícil, pero no por eso vas a pensar cosas raras.

—¿Y conduciendo su propio coche por la carretera?

—Creo que soy un conductor normal. Tengo la oportunidad de conducir rápido en la pista, por lo que creo que un buen consejo para aquéllos que quieren mantener su carné con todos los puntos es ir a una pista de carreras y pasar un buen rato allí. La gente piensa que un piloto de carreras sólo puede ir rápido, pero no es así. Seguro que no siempre obedezco los límites de velocidad, pero no soy un maniático de la velocidad, no creo que nadie que fuera detrás de mí pudiera decir ‘ahí delante va Sebastian conduciendo’.

—Viaja mucho y se ha declarado en contra de tener redes sociales. ¿Cómo se suele comunicar con los suyos?

—Es tan fácil como coger el teléfono y llamar. Así se ha hecho siempre y no, no estoy en Facebook o Twitter.

—Ahora se habla de los deportistas célebres como usted como héroes, líderes. ¿Qué es un líder para usted?

—Alguien que conoce el camino a seguir.

—Buena frase. ¿Qué habría sido de no ser piloto de F-1-?

—No sé. En primer lugar yo no estaría aquí y ahora.

—Gracias, piloto.

—Es broma, estoy pasando un buen rato. Más o menos. En fin, probablemente habría acabado la universidad y andaría en busca de un puesto de trabajo adecuado. Cuando terminé la escuela pensaba ir a la universidad para estudiar ingeniería mecánica, así que hubiera hecho algo técnico. Es importante para mí que las cosas tengan sentido, soy una persona muy lógica.

—Pero también es muy supersticioso con la historia de llevar siempre aquella moneda en los cordones de sus botas. Antes de cada carrera se le ve siempre escuchando música.

—Sí, la música me ayuda a concentrarme para llegar totalmente metido en lo que tengo que estar, enfocado plenamente en la calificación o en la carrera. Y siempre escucho el mismo tipo de canciones.

—Y nos va a decir cuáles son, claro…

—En realidad es un secreto.

—Era, hasta que lo va a contar aquí ahora estimado ‘Seb’.

—Le diré algo, suelen ser bandas sonoras de películas, por ejemplo Rocky. Es genial.

—Además de esas tiene algunas canciones favoritas.

—Hay muchas canciones que me gustan mucho, sobre todo escuchar música cuando estoy de viaje, no podría decir unas pocas como favoritas, me gusta mucho el rock and roll antiguo y es lo que más escucho.

—Sigamos con las aficiones. ¿Qué otro deporte le gusta?

—El fútbol, claro, somos campeones del mundo. Y en cuanto a otros, me gusta mucho, mucho el tenis.

—Además del entrenamiento de la F-1, ¿con qué otros deportes se mantiene en forma?

—Hago un montón de cosas. Pilotar el coche es uno de los mejores ejercicios que se pueden hacer, pero por desgracia no tienes mucho tiempo para hacerlo, al margen de los fines de semana de carreras y algunas pruebas. Hago otro tipo de deportes como el ciclismo, correr y otras cosas. No me gusta tanto ir al gimnasio y levantar pesas, porque me pondría excesivamente fuerte, pero a la vez hay que ser lo suficientemente flexible. Es complicado encontrar el equilibrio. En todo.

—En todo sí. ¿Ha pensado más allá de la F-1? ¿Qué hará cuando se retire?

—No lo sé, tendré mucho tiempo libre para ir a tirarme a la playa (se ríe). Pero engordaré muy rápido, así que tendré que volver a ponerme en forma. No lo sé, sinceramente. Estoy muy contento, feliz con lo que hago ahora y no he pensado ni un momento en lo que podría hacer después.

—Hay que vivir el presente.

—Hay que disfrutar el presente. Y mejorar. Siempre.

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