FÓRMULA 1

El testigo principal del juicio admite "presiones" a Ecclestone

"Bernie Ecclestone era en la Fórmula 1 como una araña en su red. Tensaba sus hilos si era necesario", afirmó el ex banquero Gribkowsky.

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La defensa del británico Bernie Ecclestone, dueño de los derechos de comercialización de la Fórmula 1, respiró hoy al ver como el principal testigo de la acusación, Gerhard Gribkowsky, admitía en el tercer día de juicio haber presionado al magnate.

"Sí, presioné a Ecclestone", reconoció el ex directivo del banco semipúblico germano BayernLB en el tribunal de Múnich. "Era parte de la estrategia del banco", agregó sobre su trabajo como responsable del control de riesgos y encargado de obtener el mejor precio por los derechos de transmisión del banco en la Fórmula 1.

La Fiscalía alemana acusa a Ecclestone de sobornar a Gribkowsky con 44 millones de dólares para conseguir la venta de los derechos de transmisión de la Fórmula 1 a un fondo de inversores que le garantizaba preservar el control sobre la competencia.

"Bernie Ecclestone era en la Fórmula 1 como una araña en su red. Tensaba sus hilos si era necesario", afirmó el ex banquero de 56 años.

El alemán fue condenado en 2012 por corrupción y evasión fiscal a una pena de cárcel de ocho años y medio después de admitir haber recibido dinero de Ecclestone. Entonces, el magnate británico acudió de testigo a la capital bávara. Ahora, los papeles se han invertido y le ha tocado el turno al ex banquero.

Ante la pregunta del juez Peter Noll de para qué quería recibir esos millones, Gribkowsky no supo contestar. "Esa pregunta no me la hice en ese momento", reconoció. "Hoy sé que fue un error".

Durante su declaración en el estrado de testigos, el ex banquero reconstruyó la lucha de poder con Ecclestone hasta principios de 2005 y admitió haber colocado sobre el escritorio del británico un documento incriminatorio para presionarlo. Sin embargo, rechazó haber conocido el contenido de dicho documento.

Al final, el banco alemán acabó vendiendo su participación en la Fórmula 1 al grupo inversor CVC, cercano a Ecclestone. El banco recibió 850 millones de dólares por la venta, el doble de lo que había pensado en un primer momento.

Con este acuerdo, el británico se aseguraba seguir al frente del negocio y embolsarse una suculenta comisión de 66 millones de euros. Sin embargo, el alemán no recibió ninguna bonificación. En este punto, Gribkowsky declaró al juez que Ecclestone le animó a solicitar una suma y el dijo 50, que acabaron siendo 44 millones.

En el juicio contra Gribkowsky, Ecclestone declaró como testigo haber sido extorsionado por el banquero por sus problemas con el fisco británico. Su abogado defensor Sven Thomas afirmó después de oir al testigo hoy que se "ha confirmado que se ejerció presión sobre él de una manera que sobrepasa lo normal".

De momento, parece que la defensa sabe jugar sus cartas y ha conseguido que la palabra soborno no se haya dejado oir en ningún momento en el tercer día de un juicio del que faltan aún 23 días y cuyo veredicto no estará hasta el 16 de septiembre. Si sale culpable, Ecclestone podría ser condenado a diez años de cárcel.

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