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Mercedes vivió la cara y la cruz en la primera carrera del año

Mientras Rosberg ganaba, su compañero Hamilton se tuvo que retirar. La de ayer fue la victoria número cien para un motor Mercedes y parece que vaya a ser la última.

EFE

No paraba de reír Nico Rosberg tras la primera victoria de la temporada para Mercedes. Mientras, en la caseta del equipo, Lewis Hamilton comía algo después de una carrera que fue muy corta para él. Vamos con el triunfador. Rosberg, feliz: “Ha sido un día muy bueno para nosotros. Empezar con una victoria es increíble, quiero dar las gracias a todos los que han participado en la gestación de nuestro coche durante el invierno. Siempre soñé con tener una ‘Flecha de Plata’ tan fuerte y parece que la tenemos”.

Y es que ahora ya no parece ser un espejismo como cuando ganó en China 2012. La de ayer fue la victoria número cien para un motor Mercedes y no tiene pinta de que vaya a ser la última de este año. Nico seguía con sus sonrisas abrazado a sus amigos: “Todo ha ido perfecto para mí en la carrera. Mi salida fue genial y pude ir de ahí hasta el final controlando el consumo de combustible”. Pero como buen compañero, se acordó de que hay trabajo que hacer: “Hemos visto a lo largo del fin de semana que la fiabilidad es una preocupación, nos ha impedido conseguir un doblete. Tenemos dos semanas para mejorar eso. Tengo ganas de ir a Malaisia, qué pena que no sea mañana”.

La misma inquietud tiene Hamilton, la de la fiabilidad: “Ya en la salida tenía mucha menos potencia de lo habitual, así que supe de inmediato que algo iba mal en el coche. Parece que sólo teníamos cinco cilindros en funcionamiento. Quería seguir, pero hemos tenido que jugar sobre seguro y salvar el motor”. Lewis lo explica: “Tenía sólo cinco cilindros. Pero así son las carreras. Nos recuperaremos. Tenemos un gran coche, un gran motor, y el ritmo de ha sido muy fuerte”.

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