Marc Coma, Carlos Sainz y Nani Roma contra el imperio francés

Será aún más largo, más alto, más extremo. Así, en tres conceptos, resumía Etienne Lavigne el Dakar 2014 que hoy arranca en Rosario. Lo hace desde el Monumento a la Bandera, de nuevo desde esa Argentina que sirvió como puerta de entrada del raid en Sudamérica. Iniciamos su sexta edición allí, en esas tierras, la más larga de los últimos años, con Stéphane Peterhansel buscando el tercer título consecutivo en coches y el duodécimo de su carrera; con Cyril Despres ahora con sangre azul (la de Yamaha) en motos; con Marcos Patronelli, dueño y señor de los quads; y con el arsenal holandés apuntando hacia esos rusos de Kamaz que parecen haber nacido en la cabina de un camión... Con tanto por delante. Tan largo, tan alto, tan extremo.

¿Y los españoles? Ninguno defiende título, es cierto, pero sus candidaturas invitan al optimismo. En coches, Carlos Sainz repite con un buggy, aunque el de este año con más hechuras. “Es mejor que el de 2013 y espero plantar batalla al equipo Mini”, confesaba el madrileño en este diario. En la trinchera enemiga, el X-Raid, rivales para elegir, en cantidad y calidad. Y entre ellos Nani Roma, que llega de dulce al Dakar, donde tendrá el peligro en casa: Peterhansel y Nasser Al-Attiyah, que se subió al tren cuando ya dejaba la estación. El qatarí tendrá a Lucas Cruz de nuevo como copiloto. Giniel de Villiers (Toyota Hilux) es el tapado, siempre lo es el rey de 2009, y hay otros motores que suenan bien, como el Ford Ranger del argentino Lucho Álvarez. La incógnita, el inimitable Robby Gordon; aparcado el Hummer llega con un HST Gordini SUV.

En motos la flor se abre. Ya no huele solo a KTM, ganadora los últimos doce años, que tiene a Marc Coma como su gran baza tras ser baja en 2013. Ahí está Yamaha, que tanto gustó el año pasado y ahora luce los galones de Despres, que busca su sexto título. Y Honda, con Paulo Gonçalves, campeón del mundo, o Joan Barreda, que espera exprimir la CRF 450 al máximo. Jordi Viladoms, de nuevo con Coma en KTM, Joan Pedrero o Gerard Farrés son otros de los ingredientes españoles en motos. Y, cómo no, Laia Sanz. Darán que hablar, seguro, los buenos suelen hacerlo.

Los quads vivirán de nuevo bajo el paraguas de la familia Patronelli, ahora con Marcos; y los camiones anuncian otro Rusia-Holanda en el que no sabemos hacia dónde botará el balón. Defiende título Eduard Nikolaev, pero el Team De Rooy quiere volver a ser feliz, como en 2012. Ahí, con su Iveco Trakker, contamos con Pep Vila, que regresa tras su ausencia en 2013 con el propósito de mostrar todo su talento en esos desiertos en que también sudará el MAN del KH-7 Epsilon que pilota Jordi Juvanteny. Rosario está preparada, los pilotos también. Atrás quedan las palabras y por delante más de 9.000 kilómetros que nos llevarán hasta el Pacífico tras pisar incluso Bolivia, novedad con ese Salar de Uyuni que ya enamora. Valparaíso será el premio. Allí, junto al mar, aguarda el touareg para los ganadores.