Fórmula 1 | GP de Brasil

El milagro no fue posible y Vettel es el campeón

Alonso vuelve a ser subcampeón tras ser segundo en una apasionante carrera, mientras que el alemán de Red Bull acaba sexto para convertirse en el tricampeón del mundo más joven de toda la historia

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Mirada entre dos mundos y un casco con la bandera de España que protege del instinto. Fernando Alonso con los ojos inyectados en decepción, aún en ese universo donde pensaba que todo podría suceder. Es tan duro el golpe de lo inesperado cuando no se confía en lo imposible. No fue. No sucedió. No hubo milagro. La utopía se quedó con su significado original y los sueños, sueños son. Fernando Alonso no fue campeón del mundo, Sebastian Vettel, sí. Felicidades. El alemán es el tricampeón más joven de la historia, es un gran piloto y merece el título. Pero el milagro, la hazaña fue llegar hasta aquí con la palabra esperanza escrita en el corazón de todos los que queríamos que Alonso hiciera historia.

Se esperaba caos, se quería caos y el caos llegó. Pero no fue suficiente. Por alguna extraña circunstancia hay que justificarse cuando se desea el triunfo de este asturiano tenaz y salvaje que ha cambiado la historia de la Fórmula 1 y del deporte en nuestro país. Pues sí, todos queríamos que Vettel sufriera en la carrera de ayer, porque sí, ésa era la única esperanza para que un español volviera a ser dueño de la gloria. Pero no, no fue bastante. A Vettel le tocaron y llovió, incluso cometió fallos de nervios, pero finalmente aguantó para volver a ser campeón. Hubo incluso un momento en el que el sueño fue verdad. Hubo... Fue un día extraño...

Las gotas de agua golpeaban con lentitud la pista de Interlagos cuando se dio la salida y Alonso, coraje a tope de revoluciones, se colocó cuarto desde la séptima plaza, el asturiano pasó a dos coches y delante de él, los dos McLaren y Hulkenberg, el sorprendente Force India, se colocaba su compañero Felipe Massa. Pero más atrás Bruno Senna se choca con Vettel y se queda con el morro mirando para la meta con el resto de coches pasando a centímetros de él. Se da la vuelta e inicia una remontada que fue increíble y en la que nadie quería ser Petrov. El alemán se puso tras Massa pocas vueltas después. Y con Alonso a la vista.

Primer cambio de neumáticos. De todos menos de Button y Hulkenberg. Llueve y se seca, se seca y llueve. Otras gomas. Y los dos de delante con mucha ventaja. Por detrás Hamilton y Alonso cuarto tras pasar a Kobayashi. Vettel por ahí pasando a Webber y Ricciardo en lances desesperados de carrera. Agarren con fuerza la ironía, por favor. Después Rosberg pincha y sale el coche de seguridad.

Alonso rueda entre tinieblas cuarto, lejos del objetivo. En ese momento Hulkenberg era líder, pero se choca en el intento de adelantamiento de Hamilton que antes había pasado a Button. Pero Vettel tiene que volver a cambiar ruedas y se queda duodécimo. Fernando pasa a Massa, importante labor de equipo del brasileño ayer de nuevo, y es segundo. Y campeón. Pasan las vueltas, Vettel remonta entre choques de manos en la pista y duelos como el de Kobayashi. Llega a ser sexto. No se producce el error. Ni la avería. Alonso, segundo. Felicidades, Sebastian. Gracias Alonso.

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