Vettel alcanza sus cien grandes premios

Sonreía Vettel, entre Alonso y Hamilton ayer en Austin. Quizá recordando otro Estados Unidos. Hace unos años... Con la adrenalina estallando en las sienes y su compañero de equipo a centímetros de su coche en paralelo, Alonso no podía imaginar que su enemigo íntimo no estaba a su lado en aquel GP de Estados Unidos de 2007. Fue la única vez que el español perdió un duelo, un adelantamiento contra Lewis Hamilton aquel año y desde entonces. Pero la verdadera amenaza para su leyenda estaba luchando en esos momentos con Webber, Trulli y Kovalainen por lograr su primer punto en el gran premio de su debut y convertirse en el más joven en hacerlo. Lo conseguiría Sebastian Vettel aquel domingo 17 de junio de 2007. Fue su primera hazaña con el BMW Sauber como sustituto de Robert Kubica después de su terrible accidente en Canadá. Su compañero Nick Heidfeld no terminó aquella carrera.

Hoy, como en una metáfora de la vida, el polaco sigue sin poder competir, Nick no tiene equipo y Sebastian puede proclamarse, precisamente en su gran premio cien, tricampeón del mundo. El más joven de la historia, sí. Para impedirlo sólo queda el talento del asturiano que se ha encontrado en su camino con la mejor generación de pilotos en siglos liderada por un joven alemán capaz de volar cuando dispone de un coche rápido, sin fisuras, sin errores, de manera natural.

Y más sí, excepto su temporada de iniciación en Toro Rosso, siempre ha dispuesto de un monoplaza para ganar 'Made in Newey'.

La primera vez que Vettel se subió a un F-1 fue en Jerez, en 2005, con un Williams después de ganar un año antes 18 de 20 carreras en la Fórmula BMW. La firma bávara fue la que le permitió hacerse a un coche de Fórmula 1 en los libres de 2006 cuando en Turquía e Italia, por ejemplo, siendo probador, logró el mejor tiempo en sesiones de entrenamientos. Pero en BMW no apostaron en firme por él y se lo llevó Helmut Marko a Red Bull. Y desde Hungría 2007 corrió con el equipo menor del toro rojo. En su primer año completo con Toro Rosso llegó su primer triunfo, fue en Monza con un buen coche, pero no el mejor, es la respuesta utilizada por sus seguidores para el reproche más repetido al bicampeón: nunca gana si el coche no es el más rápido. Ese año terminó octavo. La temporada siguiente ya lo hizo segundo tras el Brawn de doble difusor. Primer título en 2010 aquel día en Abu Dhabi que acabó con Alonso llorando por un título que debió ser suyo.

Y en 2011 llegó su éxtasis: 11 victorias, 14 poles y bicampeón. Todo esto, claro, el ganador de un gran premio, el título, el doble título... como el más joven de siempre. Este año es líder y llega a su carrera cien como posible tricampeón. Veremos...