La rotura del motor en la quinta etapa de la carrera de 2009 (Neuquén-San Rafael) apeó a Vico de la competición Antonio, a quien acompañado por Rosendo Touriñán. "La ventaja de competir con mi hijo Carlos al lado es que nos conocemos muy bien y vamos siempre en una misma dirección, incluso cuando tenemos opiniones diferentes", explica el piloto en una nota de su equipo.

Padre e hijo trabajan juntos en un negocio familiar, ''Cristales Anoia'', más de una década. Para ellos éste es "un factor favorable porque en un desafío tan complejo como el Dakar es tan importante saber qué esperan de ti las personas con las que compartes esta aventura como que sepan qué esperas tú de ellas", comentó Carlos Vico.

El otro hijo, Víctor, también entra dentro de este planteamiento. El menor de los Vico fue el participante más joven de la pasada edición como copiloto de Javier Herrador y, esta vez, actuará como mecánico de su padre y de su hermano. Él será el encargado de rehacer el coche cada noche al finalizar la etapa.

"Sé que reparar el coche será un trabajo duro y de mucha responsabilidad, pero estoy deseando que llegue ese momento porque me he estado preparado intensamente en la escuela de mecánica de competición Monlau desde hace un par de años", indicó.

Durante este año ha sido mecánico en la Súper Copa León, en las 24 Horas de Montmeló, en los campeonatos de España y de Cataluña de Resistencia, en el Campeonato de España de Rallys Todoterreno y ahora, a sus 20 años, lo será en el raid por excelencia.

En cambio, Carlos, de 27 años, debuta en el Dakar, si bien ya se estrenó esta misma temporada como copiloto de Javier Herrador en la Baja Tierras del Cid, en Burgos. "Sabemos que es difícil pero nuestras miras están puestas en ser el mejor equipo privado. Por nuestra mentalidad no nos conformamos solamente con llegar a la meta. Lo que buscamos es dar lo máximo. Quizá sea un planteamiento arriesgado, y puede que eso nos impida terminar, quién sabe, pero preferimos vivir la experiencia al máximo que acabar en el último puesto", señaló Antonio Vico.

El coche que pilotará Antonio Vico será el mismo Bowler Nemesis de la pasada edición, aunque con varios elementos modificados; se ha cambiado la amortiguación y la caja de cambios es ahora de la firma Sadev con unos desarrollos más cortos para afrontar mejor las dunas. El motor (un 4.4 V8 de Range Rover) también es nuevo, ya que el de origen se rompió en el último Dakar.

En cuanto a la logística, los Vico contarán con un camión T4 de asistencia rápida en carrera con un mecánico, un camión T5 para el transporte de piezas y recambios y un coche T5 en el que viajarán Javier Herrador, responsable del equipo, y Víctor Vico.

Llegarán a Buenos Aires el 28 de diciembre para recoger el vehículo y pasar las verificaciones del día 30. La carrera comenzará el 1 de enero con la multitudinaria celebración del podio de salida. La primera etapa cronometrada se disputará el 2 de enero entre las localidades de Colón y Córdoba, con 355 kilómetros de especial.