Renault ha optado por deshacerse del 75 por ciento del accionariado de su escudería de Fórmula 1. Así lo adelantó ayer la BBC, que aseguraba que la marca francesa ya se lo ha comunicado a los responsables del equipo y que se hará público oficialmente la próxima semana.

El avance de la televisión británica se produjo justo a continuación de que el comité de dirección de Renault se reuniera para tomar una decisión sobre su futuro en los grandes premios, además de coincidir plenamente con las especulaciones que durante las últimas semanas apuntaban a que la marca tenía la intención de replegar velas en la F-1. No tanto retirarse por completo como pasar a ocupar un papel de mucho menor peso en las actividades de la escudería.

Lo que no ha trascendido es el nombre del comprador de esas tres cuartas partes del accionariado. Todos los indicios apuntan a Gérard Lopez, un luxemburgués al frente de un importante grupo inversor que ya reconoció su interés por hacerse con el control de Renault F1 (incluso se refirió a ese mismo porcentaje del 75 por ciento).

En cualquier caso, Renault mantendría la titularidad de la plaza en 2010, correría con la misma denominación y seguiría propulsando los monoplazas con sus motores. El objetivo de la operación es desvincularse de forma progresiva de la especialidad, puesto que las prioridades de la marca son otras en estos tiempos de crisis, especialmente con la ausencia de resultados destacables.