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Alonso financia los rallys de una pareja de amigos

Fórnula 1 | Apoyo de Fernando Alonso

Alonso financia los rallys de una pareja de amigos

Alonso financia los rallys de una pareja de amigos

Alejandro Rodríguez y su esposa Irene Serra son piloto y copiloto en el campeonato regional asturiano a bordo de un Renault Clio que compró el campeón del mundo. Hasta sus mecánicos llevan la misma ropa que los de Renault F-1.

Paseando por la asistencia de Pola de Siero en el pasado Rally Príncipe de Asturias, más de uno se quedó sorprendido por la asistencia del vehículo número 61. Perfectamente uniformados con los colores del equipo Renault de Fórmula 1, unos pocos mecánicos se afanaban en poner a punto un Renault Clio. ¿Flavio Briatore se cambia de disciplina? Esa es la pregunta que se hacían muchos al ver este extraño equipo en el Nacional de rallys, pero no era eso.

¿La razón? Es bien sencilla. Y es que el recientemente proclamado campeón del mundo de la especialidad de los monoplazas, Fernando Alonso, apoya a Alejandro Rodríguez, un piloto habitual de los rallys asturianos que cuando eran niños se conocieron en las pistas de karting. De hecho, aunque no existe confirmación oficial al respecto por ninguna de las partes, se comenta que ese Clio que perteneció a un clásico de los rallys nacionales, Javier Azcona, ha sido comprado por Alonso para que su amigo pueda correr.

La historia comienza unos años atrás, cuando Fernando tenía tres años y Alejandro seis. Bajo la batuta de José Luis Echevarría, propietario del circuito de karting de La Velga, en Noreña (Asturias), ambos comenzaron a participar juntos en los diferentes campeonatos de la especialidad. Y allí se cimentó una amistad que ha perdurado a pesar del ascenso imparable de Alonso. De hecho, Fernando viajó de incógnito hasta Asturias para asistir a la boda de Alejandro e Irene Serrano, que además de esposa es copiloto del protegido del campeón.

Tras superar la etapa del karting, Alejandro se pasó a los rallys, y comenzó a correr con un Citroën Saxo a nivel regional, cuajando algunas buenas actuaciones. Dicen los que le conocen que adelgazó unos 20 kilos gracias, entre otras cosas, a dejar de tomar Coca Cola. Tras año y medio sin correr por diversos problemas, este asturiano, y gracias a la ayuda de Alonso, pudo volver a la competición al volante de ese Clio que mantienen sus bien uniformados mecánicos (uno de ellos es su padre).

Alejandro vive en Candás, y el coche de carreras lo guarda a buen recaudo en el garaje de su abuela. Su ocupación profesional está en el puerto de Gijón, donde trabaja con una grúa como estibador. En el Rally Príncipe de Asturias no pudo terminar al sufrir una avería eléctrica en el tramo de Orión. El sábado por la tarde se tuvo que retirar de la prueba, aunque mientras estuvo en carrera demostró ser uno de los más rápidos de la Copa Renault Clio de Asturias. Y es que se supone que el gran campeón de la Fórmula 1 no apoya a cualquiera por muy amigo suyo que sea, hay que tener un cierto talento para ir deprisa en un coche de rallys, una disciplina en la que también tendría seguramente futuro el primer campeón del mundo español de F-1.

Así es un piloto asturiano, joven, que promete en los rallys, que cuenta con una ayuda importante para competir y que es uno de los mejores amigos de un tal Fernando Alonso.

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