Cómic
The Punisher de Garth Ennis, la mejor y más excesiva etapa del héroe más violento de Marvel
El irlandés llegó a Marvel para resucitar a uno de los iconos de la casa cuya imagen había caído en picado. Su humor negro y sus altas dosis de violencia encajan a la perfección con Castle.
The Punisher es uno de los personajes más queridos y odiados del universo Marvel. Nació en 1974 como un villano en las páginas de The Amazing Spider-Man #129 de la mano de Gerry Conway, John Romita y Ross Andru. El justiciero tuvo un éxito arrollador de salida, arropado por una sociedad que convertía en iconos a personajes de un perfil semejante: Harry Challhan (Clint Eastwood) y Paul Kersey (Charles Bronson).
Frank Castle es un veterano de Vietnam cuya familia ha sido aniquilada en una guerra de bandas en Central Park, así que su único objetivo en la vida es erradicar la delincuencia. Frente a los cómics tradicionales de superhéroes que mantenían unos códigos morales estrictos, The Punisher no tiene remordimientos y cree que la mejor forma de reformar a un criminal es llenándolo de balas. Sus métodos están en las antípodas de los héroes con los que comparte universo: Daredevil, Spiderman... a los que considera que su ética los debilita y que forman parte de un sistema judicial corrupto.
Estrella de Marvel en la década de los 80
A mediados de los 80 The Punisher era ya una gran estrella de Marvel que mantenía tres colecciones diferentes abiertas de manera regular. Esta sobrexplotación terminó por minar al personaje en los años 90 convirtiendo al militar en una parodia de sí mismo, llevándole a situaciones inverosímiles como la de convetirse en un opertativo controlado por ángeles y demonios tras ser resucitado.
Llegados a este punto Joe Queseda quería rehabilitar al personaje y contactó con Garth Ennis, que acaba de cerrar en Vértigo (DC) una obra descomunal, Preacher. Ennis tenía ciertas reticencias a tomar las riendas de la colección porque cinco años antes había escrito una historia de The Punisher (Punisher Kills the Marvel Universe) en la que se habían reescrito algunos de sus diálogos sin consultárselo. Queseda le aseguró total libertad creativa e inmunidad a la censura de Marvel. Así que el guionista irlandés aceptó el desafío y se trajó de la mano al dibujante con el que había triunfado en Preacher, Steve Dillon,
Un creador excesivo
Cuando Ennis llegó a Marvel y a pesar de tener solo 32 años era ya una de las figuras más relevantes del panorama del cómic. El guionista irlandés había dado sus primeros pasos en 1989 en la serie Troubled Souls, que se ambientaba en el conflicto de su tierra natal. Poco tiempo después da el salto a 2000 AD para hacerse cargo de Judge Dreed, donde para muchos firma la mejor saga del personaje junto a Carlos Ezquerra, El día del juicio final.
Su talento llamó la atención de las grandes editoriales americanas y DC le ficha para una de sus colecciones estrella, Hellblazer, donde estuvo hasta 1994. Justo un año después arranca con Preacher, donde da rienda suelta a su ácida versión del mundo, mezclando religión, temas sobrenaturales y un mucho humor negro. Todo ello tratado de una manera irreverente y con violencia visual y conceptual como no se había visto en un cómic de una gran editorial.
Un dibujante particular
Para entender bien la obra de Ennis hay que hablar de su dibujante de referencia, Steve Dillon, precoz artista que con 16 años ya trabaja para Marvel UK (Hulk Weekly) y que se forjó un nombre durante los 80 en varias revistas británicas (2000 AD). A principios de los 90 desembarca en DC para dibujar Animal Man y allí su vida se cruza con la de Garth en Hellblazer. Este el comienzo de una de relación que les llevará al éxito en todo aquello que tocan. Su estilo es muy personal, de un realismo tan pronunciado que resulta casi caricaturesco. No es un dibujante que destaque ni por una belleza en sus viñetas ni por una perfección en los retratos, pero sí es capaz de transmitir, gracias a esos ojos enormes y la deformidad de los rostros, un aire de locura que tan bien le sienta a los relatos de Ennis.
The Punisher está de vuelta
Bienvenido, Frank es el álbum recopilatorio que reúne los doce primeros número de Ennis con El Castigador bajo el sello Marvel Knights. En ellos el irlandés se desprende de la anterior herencia, sobre todo la de la última etapa, y bosqueja al personaje tal cual lo conocemos ahora: psicópata, solitario y extremadamente violento. Ennis lleva al extremo las conductas perturbadas del vigilante para conseguir impregnar las páginas de ese humor negro tan característico de toda su obra. Frank Castle no esconde detrás ningún tipo de ideología, es un simple desgraciado cuya única vida es matar delincuentes, ya no le queda ni la sed de venganza por la muerte de su familia. Es un basurero cuyo trabajo, como Sísifo, está destinado a no acabar nunca.
Ennis que ni se crio entre cómics de superhérores ni les tiene mucha simpatía, algo que demostraría con creces en la magnífica The Boys (2006), no tiene ningún reparo en ridiculizar a los pocos personajes clásicos de Marvel que se cruzan en el camino de Frank Castle. Memorable la escena con Daredevil en la que obliga a este a dispararle traicionando así todos los códigos morales del enmascarado.
El símbolo de la calavera
Si por algo se reconoce a The Punisher es por su imponente calavera blanca sobre el pecho, un símbolo que recientemente han adoptado unidades militares y policiales, así como los asaltantes al Capitolio, que lo enarbolaron como icono de la lucha contra un sistema político corrupto. Ante estos hechos se desató una polémica en la que se pidió a Marvel que cambie la marca. El mismo Ennis ha calificado de idiotas a la gente que usa el símbolo, ya no han entendido la tragedia que es la vida de Castle: "Las personas que llevan ese logotipo en este contexto se están engañando a sí mismas, al igual que los agentes de policía que lo usaron. Lo que realmente quieren es llevar un símbolo aparentemente aterrador en una camiseta, demostrar su peso y luego volver a casa con la esposa y los niños y reanudar su vida cotidiana. No han pensado todo lo que significa el símbolo de The Punisher. Solo vi unos imbéciles que agitaban las barras y estrellas mientras invadían el Capitolio".
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