Phil Spencer apoya la emulación legal en los videojuegos: preservación y esperanza
En un presente marcado por la descontinuación de títulos y la falta de acceso legal a otros, el líder de Xbox lanza una reflexión sobre el asunto.
El futuro del videojuego como cultura pasa irremediablemente por su preservación. Phil Spencer, líder de Xbox e impulsor de la retrocompatibilidad en su ecosistema de consolas, ha opinado en Axios sobre la importancia de la emulación legal como método de conservación de las obras que forman parte de esta industria.
“Mi esperanza (y creo que tengo que referirlo así a partir de ahora) es que, como industria, trabajemos en una emulación legal que habilite al hardware moderno a poder ejecutar cualquier (dentro de lo razonable) ejecutable antiguo y que permita a la gente jugar a cualquier juego”, comenta.
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La emulación legal —la que se produce mediante las propias consolas de videojuegos con licencia, aprobación y venta— es el único método para mantener obras del pasado disponibles para su consulta y disfrute. Su implantación facilita que el hardware moderno simule y haga funcionar títulos de ciclos generacionales previos; incluso con mejoras gráficas gracias a las nuevas capacidades tecnológicas.
“Creo que podemos aprender de la historia sobre cómo hemos llegado hasta aquí a través de la creatividad”, añade Spencer. “Me encanta en la música. Me encantan en el cine y la televisión, y hay motivos positivos para que el videojuego quiera proseguir”.
El estudio o el tiempo de ocio con esos títulos del pasado no es solo importante para aquellos que quieran rememorar obras del pasado (y entender así mejor el presente), sino también para las nuevas generaciones de jugadores, que no pudieron conocer esos títulos en el pasado.
La emulación no verificada por las grandes compañías cuenta con varios inconvenientes. El primero es la falta de legalidad: no está respaldado por las empresas y, por consecuencia, choca con el copyright. El segundo, que en muchos casos se recurre a la emulación no oficial porque no existe una alternativa legal.
Compañías como Nintendo, PlayStation o la propia Xbox, que esta semana ha añadido otros 70 títulos retrocompatibles, pueden cambiar esta tendencia en aquellos títulos donde las licencias caducadas y otros obstáculos similares no sean un problema. En España, la Biblioteca Nacional busca miles de títulos de cara a, precisamente, su preservación.
Fuente | Axios