Historias de amor en los videojuegos
Conmemoramos aquellos romances que nos han hecho vibrar de emoción, y cómo los desarrolladores implementan el cortejo en las mecánicas y la narrativa.
Adoramos los videojuegos porque nos proporcionan momentos únicos, y gracias a ellos hemos vivido aventuras virtuales maravillosas. Hay anécdotas divertidas y tiernas que se han forjado alrededor de una partida, y también guardamos en nuestro corazón momentos muy emotivos en la pantalla. Hemos conocido e interpretado a personajes inolvidables y hemos sufrido con su dolor, nos hemos sentido poderosos a través de sus gestas y también hemos vibrado con sus momentos más tiernos. El amor es una de los sentimientos con los que sentimos una conexión visceral, y el eje alrededor del cual giran las historias más apasionantes. The Witcher 3 no habría sido lo mismo sin Triss y Yennefer, los dos grandes amores en la vida de Geralt de Rivia. Final Fantasy VII nos relata una contudente historia sobre la pérdida gracias al curioso triángulo amoroso entre Cloud, Tifa y Aeris. Y Scott Pilgrim da un giro interesante al tópico de “chico pelea contra los malos para conseguir a la chica”. Hoy en MeriStation, en el mes de San Valentín, repasamos esas grandes historias de amor que nos han dado los videojuegos.
NOTA: En el presente reportaje se relatan detalles importantes de las historias de Final Fantasy X, Mass Effect (saga), Dragon Age (saga), Star Wars The Old Republic y las entregas de Life is Strange.
Tidus, Yuna y el sacrificio
Anteriormente hemos mencionado el peculiar triángulo amoroso que forman Cloud, Tifa y Aeris, en el que se parten de algunos estereotipos para también desafiar otros. Asimismo, el leit motiv de Final Fantasy VIII es el amor, con Squall y Rinoa como protagonistas. De hecho, la saga de Square Enix nos ha proporcionado romances apasionantes que nos han despertado diversas emociones. La historia entre Tidus y Yuna es el triunfo de la ternura dentro del dolor.
Uno de los aspectos más interesantes entre Tidus y Yuna es ver cómo se forja su amor poco a poco tras la atracción física inicial. En Nerdophiles analizan por qué su romance resulta tan memorable en mitad de la tragedia que es Spira: “Le ves [a Tidus] madurar poco a poco a lo largo del juego, y ves cómo se enamora poco a poco de Yuna, un amor que parece maldito desde una premisa que poco a poco se desvela: al derrotar a Sinh (el jefe del juego al que la muchacha ha jurado derrotar), Yuna morirá. La invocadora cumple con su papel de heroína de forma hermosa, proporcionando a la gente de Spira esa esperanza tan necesitada y siendo capaz de sacrificarse por su gente. A lo largo del tiempo, su voluntad de anteponer a los demás a ella misma influenciará a Tidus, y hacia el final del juego se descubre que el chico puede poner fin a Sinh y evitar la muerte de Yuna. A cambio, Tidus dejará de existir”. El final es devastador al ver la despedida de ambos; mientras Yuna realiza su Envío, Tidus le dice “Te amo” antes de desaparecer en el Etéreo.
Sin embargo, La escena post-créditos nos muestra un giro interesante, en la que Tidus se abre paso a nado y se nos insinúa que no ha desaparecido, lo cual sirve como puente a Final Fantasy X-2, donde Yuna va en su busca. Nerdophiles, además, reflexiona: “Hay tantos juegos, libros y obras de ficción que tienen miedo a los finales tristes. Los finales felices nos rodean y, sinceramente, empiezan a parecer trillados. Por ello, observar este juego como una obra autoconclusiva y única, incluso con su escena post-créditos, hace que la experiencia sea mucho mejor”. No obstante, el capítulo X-2 puede tomarse como una continuación esperanzadora.
BioWare y la importancia del romance
BioWare revolucionó la guionización de los romances en videojuegos y la implementación de los mismos en el propio gameplay. En Baldur’s Gate 2, teníamos una serie de pautas que cumplir si queríamos formalizar una relación y, a pesar de básicas, sirvieron de base para construir el resto de romances complejos que observamos en sagas como Mass Effect o Dragon Age.
Así, en los juegos de Bioware iniciamos una amistad con nuestros compañeros y, una vez ésta es lo bastante sólida, el propio jugador tiene la opción de ir un paso más allá. Tanto si ofrecemos un regalo especial, o elegimos la opción que nos llevará a una ruta sentimental, queda en manos del jugador seguir adelante con el idilio, que se mantendrá si proseguimos con una serie de acciones y conversaciones. Por otro lado, también se le concede la opción de marcar los límites a un compañero que se haya hecho suficientes ilusiones con nosotros.
Tech Times explora cómo Dragon Age presenta unos romances que son mucho más que una simple distracción de la historia principal. Lejos de presentar una historia de amor simple y superficial, nos encontramos ante diferentes tramas que afectan a la evolución y destino de nuestro personaje. Así, el romance no es una misión secundaria que tiene un desarrollo independiente. Escoger una pareja u otra puede condicionarnos a tomar partido en unas causas u otras, y no siempre se nos garantiza un final feliz. “Los jugadores que entablaron romance con Alistair en Dragon Age: Origins se dieron cuenta enseguida. Si Alistair participa en la última misión —la de matar al dragón—, él se sacrificará para salvar la vida del jugador. Por supuesto, la mayoría de usuarios que sabían esto no seleccionaban a Alistar para la batalla final, y eso conllevaba la muerte del jugador”. También era posible tener un final feliz con Alistair si accedíamos al ritual de Morrigan. Por otro lado, también podríamos tener un desenlace amargo según las decisiones tomadas durante la gran asamblea.
En Dragon Age 2, el romance con Anders nos pone en una posición muy peligrosa, puesto que el mago nos implica en su plan de hacer volar la Capilla. Si el jugador no comparte la ira homicida de su amante, o siquiera cree en una solución alternativa al conflicto de magos y templarios, se encontrará en una encrucijada. Asimismo, el romance de Fenris dista mucho de ser un camino de rosas; durante nuestra relación, el elfo abandona al jugador a causa de los traumas despertados durante la primera noche de pasión. Nuestra paciencia será la clave para hacer que nuestro amado regrese junto a nosotros.
Asimismo, elegir una pareja en Dragon Age implica tener exclusividad afectiva, y a veces sexual. Si coqueteamos con dos o más compañeros, llega un momento en el que uno de ellos nos obliga a tomar una decisión.
Los arcos románticos de BioWare permiten tener como pareja a alguien de nuestro género y explorar idilios con gente de razas y especies fantásticas: “Los jugadores de Mass Effect podían tener un romance con cualquiera de la nave. Eso incluía al turiano Garrus Vakarian, que se convirtió en uno de los compañeros sentimentales más populares entre las Shepards del planeta. Mass Effect, además, exploró una relación entre un humano y una inteligencia artificial a través de Joker y EDI.
BioWare escribe romances que afectan a la historia principal. El claro ejemplo es la revelación sobre la auténtica identidad de Solas en Dragon Age: Inquisition, ya que ésta afecta tanto a nuestro desarrollo sentimental como a la propia partida en sí. Tech Times recoge las declaraciones del jugador Scott Loftis, que explica cómo la pareja elegida afecta hasta a la evolución de nuestro personaje: “El mejor ejemplo es Star Wars: The Old republic. Vette es un personaje del bando del guerrero Sith que empieza como nuestra esclava, y podemos liberarla o mantenerla cautiva. Mientras subimos de nivel, vamos desbloqueando quién es y conocemos detalles de su pasado. Sentimos cómo perdió a su hermana y a su madre a una edad muy temprana. Descubres su pasión para salvar objetos muy valiosos de su cultura. Entonces vas a rescatar a su hermana de la esclavitud. Después, ambos lloráis cuando descubrís que su madre murió antes de que pudiera encontrarla”.
Life is Strange y la extrañeza del amor
Life is Strange es una aventura narrativa que explora temas como el acoso escolar, el suicidio, la salud mental y el abuso de los menores por parte de los adultos. Max Caulfield descubre su recién adquirido súper poder de retroceder en el tiempo. Gracias a éste, se reencuentra con Chloe Price, su amiga de la infancia. Las muchachas no sólo recuperan su amistad, sino que descubren una atracción mutua. Dentro de la tragedia que se cierne sobre Arcadia Bay, las jóvenes comparten momentos íntimos que se convierten en pequeños oasis de paz, como su conversación en la piscina de la academia.
Eurogamer explora cómo Life is Strange cambió el enfoque de los romances de videojuegos: “Típicamente, [los juegos] operan sobre un modelo de máquina expendedora, en el que el jugador pone todo el trabajo, como hacer misiones secundarias o escoger opciones de diálogos correctas, y así ser compensando con una relación […]. A priori, tiene sentido. Para conocer a una persona, hay que pasar tiempo con ella y a lo mejor acabáis teniendo química. Pero creo que este modelo está integrado de manera muy pobre, ya que los desarrolladores cometen un error crucial: asumen que la relación romántica es la meta y que ésta se puede conseguir si dices las frases correctas”.
En Life is Strange, pasamos de ser un sujeto que corteja a ser cortejado. Mientras se desenvuelve la historia entre Max y Chloe, seguimos decidiendo si la conexión que hay entre ellas es una amistad o un romance. Tenemos oportunidad de besarnos e incluso sacrificar la misma Arcadia Bay para que la pareja permanezca viva y unida. Por otro lado, el juego explora un tema muy interesante: el cortejo no correspondido a través del personaje de Warren. Desde el inicio de la partida, vemos los avances torpes de Warren para conquistar a Max, con mensajes en los que suplica no ser ignorado. En Eurogamer aclaran: “No le veo como el tramposo chico bueno que finge amabilidad para conseguir algo más, sino como un chaval honesto que tiene la desgraciada situación de haber desarrollado sentimientos románticos hacia una amiga”. Asimismo, podemos besar a Warren en un momento de la partida, pero también podemos optar con no corresponderle. Y, si bien hay jugadores que esperan que el joven reaccione de manera violenta, siguiendo el estereotipo del amante despechado, el muchacho se resigna a nuestro rechazo con dignidad. “Al ponernos en el rol opuesto al que estamos acostumbrados en videojuegos, tenemos la perspectiva alternativa de cómo nos perciben”, prosigue Eurogamer”. “Es fácil imaginar cómo es la dinámica entre Max y Warren desde el otro lado, donde las acciones controladas por el jugador parecen perfectamente razonables”.
EL desarrollo de un romance desde una perspectiva costumbrista también se ve en Life is Strange: Before The Storm, la precuela donde vivimos la historia de amor entre Chloe y Rachel. En The Wahsington Post destacan: “Tus decisiones afectan también a tu relación, a veces es algo tan obvio como un beso, mientras que otras son más sutiles como sincerarse o escuchar música juntas. En lugar de ser una actividad paralela como la de otros videojuegos en esta lista, Before The Storm pone el romance como el eje central, y es lo mejor de él”.
En Life is Strange 2, uno de los temas tratados es el descubrimiento de la propia sexualidad a través del personaje de Sean. El muchacho tiene la posibilidad de intimar con Finn o Cassidy y, con esta última, puede perder la virginidad. En El Batallón Pluto puntualizan: “La virginidad no es un tabú y se trata con una elegancia que debería servir de ejemplo para muchos estudios de videojuegos. En dicho momento el joven se muestra inseguro, pero consciente de lo que está a punto de suceder. No se siente presionado por la situación, sino que ha tomado sus propias decisiones. El consentimiento entre ambas partes —ella llega a preguntarle si está convencido de hacerlo hasta en tres ocasiones— pone de manifiesto unos valores que ojalá calasen en la juventud”.
A través de los videojuegos, nos hemos enamorado, hemos gozado de la felicidad que proporciona el amor y también hemos recompuesto nuestro corazón roto. ¿Cuáles son vuestras historias de amor favoritas en videojuegos?
- Aventura
Life is Strange, desarrollado por Dontnod Entertainment y distribuido por Square Enix para PC, PlayStation 3, PlayStation 4, Xbox 360 y Xbox One, es una aventura episódica ambientada en la ciudad ficticia de Arcadia Bay en la que dos chicas investigarán la desaparición de una amiga tras cinco años de ausencia.