El erotismo es un pilar en la vida de Geralt de Rivia, pero hay dos hechiceras que han hecho historia en el corazón del brujo: Yennefer de Vengerberg y Triss Merigold
Nota: como todos los Cazadores de Lore, este reportaje contiene spoilers sobre los juegos de los que habla, en este caso la saga The Witcher (tanto los libros como los juegos)
Al final de The Witcher 2: Assassins of Kings, Geralt recupera su memoria y, con ella, el recuerdo de Yennefer y Ciri, con quienes se reencontrará en la tercera entrega de los juegos. The Witcher 3: Wild Hunt, a nivel plantea a Geralt —y al jugador— un dilema romántico que deberá resolver.
A lo largo de The Witcher 3, Geralt se reencontrará con ambas mujeres, quienes le acompañarán en sendas partes de su aventura en pos de Ciri y la Cacería Salvaje. A través de sus respectivos arcos de misiones, el jugador tomará decisiones que perfilarán la elección sentimental de Geralt. La complicidad del brujo con ambas hechiceras se ve patente en sus interacciones: la preocupación por Triss durante su plan por evacuar a los magos de Novigrado, el coqueteo con Yennefer durante el reencuentro. El jugador, por su lado, profundiza en la historia de ambas hechiceras y construye su decisión, a la que suma el trasfondo de las novelas y las entregas videolúdicas anteriores.
La elección del brujo
Durante las aventuras vividas con Yennefer y Triss, redirigiremos la relación de Geralt hacia una nueva oportunidad o una ruptura definitiva. Con Yennefer, en El último deseo, iremos en busca del djinn que unió sus destinos para pedirle que rompa el hechizo que liga a ambos. Así, la hechicera desea comprobar si el amor que les une es auténtico o un constructo mágico, y será el jugador quien, a través de una opción de diálogo, decida el efecto que ha surtido en Geralt. Con Triss, una vez completa la evacuación de Novigrado, podemos declarar nuestro amor al despedirnos de ella en el puerto, con lo que ella decide quedarse a nuestro lado. Por supuesto, el sexo tendrá lugar durante nuestras aventuras con las hechiceras, dando paso a escenas eróticas únicas que, lejos de ser un premio al completar una misión, conforman el avance narrativo de la historia de amor de Geralt. Asimismo, viviremos momentos especiales y cómicos. Con Yennefer, cumpliremos el consabido fetiche de la hechicera con usar unicornios como lecho; con Triss, lanzaremos un mensaje accidental desde el faro en el que haremos el amor.
Por supuesto, ambos romances no son excluyentes entre sí durante la partida, con lo que el jugador puede proseguir sendas historias románticas si así lo desea. Sin embargo, la deshonestidad de Geralt trae consecuencias: la misión Tres no son multitud se activará en el arco principal. Yennefer y Triss, unidas ante la traición de su amante común, deciden vengarse, y propondrán un trío a Geralt que no podrá rechazar. Tras un breve intercambio de besos y caricias que caldean al brujo, las hechiceras le abandonan esposado a la cama toda la noche. “Tú… tendrás justo lo que te mereces”, sentencian mientras se toman una copa de vino, burlonas. Con esto, la reconciliación será inviable.
En cambio, si Geralt decide consolidar su relación con Yennefer o Triss, puede iniciar una nueva vida al lado de su amada elegida, una vez Ciri regrese viva de su encuentro fatal con el Frío Blanco. Al final de Blood And Wine, nuestra pareja se instalará con nosotros en Corvo Bianco. En cuanto al epílogo del juego principal, si el brujo se decanta por Triss, se irán juntos a vivir a Kovir, donde los magos gozan de libertad y prestigio; Geralt continuará realizando encargos como brujo “más por costumbre que por necesidad”, mientras que la hechicera se gana su fortuna como consejera del rey. Su intimidad queda representada en una ilustración en la que Triss, en camisón, cura las heridas a Geralt. Con Merigold, el brujo vive una paz emocional que describe a Ciri momentos antes de la batalla final: “Por fin siento… armonía. Y calma. Las cosas son como deben ser”.
Con Yennefer, Geralt también obtiene una estabilidad que otorga un cierre satisfactorio y pacífico a su turbulenta historia. Retirados de la vida política y mercenaria, la pareja pasa sus días desayunando en la cama, de la que no salen hasta después de mediodía, y entre largos paseos y profusas conversaciones. “¿Aburrido, decís?”, concluye el narrador en el epílogo. “Puede, pero ambos deseaban esa vida más que nada en el mundo”.
Yennefer y Triss representan para Geralt dos formas muy distintas de experimentar el amor, y dos finales felices para el brujo, quien ademas puede acabar sus días soltero si no cultiva una relación. Con Yen, proseguiremos un romance que ha perdurado durante casi toda la vida del brujo; ambos han compartido y sufrido mientras aprendían a amarse, para alcanzar una paz definitiva. Con Triss, construiremos una historia exenta de tormentas emocionales, donde convivirán la independencia del brujo y el idealismo de la hechicera.
The Witcher: Rise of the White Wolf sitúa a los jugadores en el papel de Geralt de Rivia, un cazador de monstruos profesional. Recogido cuando era sólo un niño, mutado y entrenado en los métodos arcanos de los brujos, Geralt es un héroe reacio al combate que, sin embargo, se encuentra a menudo en el corazón de batallas que nada tienen que ver con él.