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Los Cazafantasmas El videojuego

Los Cazafantasmas El videojuego

Los Cazafantasmas El videojuego, guía completa - Museo de Historia

Cuando no puedes salvar Nueva York de los fantasmas, ¿a quién vas a llamar?

Museo de HistoriaAvanza con tus compañeros y sella los mocos cercanos con el impulsador. La puerta está cerrada, da media vuelta y rompe las cajas del final del pasillo con los dardos para encontrar su interruptor. Continua limpiando el suelo de mocos y no tardareis en encontraros con una poseedora. Seguid por el almacén -cuidado por donde pisas- hasta llegar a una caja muy particular.Destruye la caja para conocer al ayudante del conservador del museo. Un fantasma poseerá a uno de tus compañeros, libéralo con el impulsador y ve tras el espectro. Se captura como un enemigo normal. Lo complicado vendrá a continuación, cuando irrumpáis en una sala llena de gente poseída.Desposeer al personal no es una tarea complicada, pero si tediosa ya que las fantasmas de las reinas de belleza no cesarán en esconderse en cuerpo humanos. Lo peligroso será cuando tus tres compañeros estén poseídos, no dejes que eso ocurra. Poco a poco, las arpías irán cayendo y cada vez será más fácil centrarse en las restantes.En la siguiente sala aparecerán una miríada de estatuas poseídas, aunque por suerte son muy debiluchas y no tardarán en caer con los rayos. Avanza paulatinamente y escóndete en los parapetos de la galería para vencer a estos esbirros sin problemas. Abre la puerta y sigue friendo estatuas en la exposición maya. Al cruzar el segundo puente entrarán a escena las molestas calaveras flotantes. Si tienes problemas, cúbrete -hay muchos escondrijos- y elimina a los enemigos de uno en uno, aprovechando las pausas para ir a ayudar a tus mentores.Abre la puerta a la izquierda del altar y continuad. En el pasillo destrozado surgirán más estatuas, así que proceded con precaución.Espera a que Ray abra la verja y entrad en la siguiente sala. Al intentar salir de ella despertarán los espectros de la guerra civil, tanto los unionistas como los confederados. Aunque a primera vista parecen demasiados, a la mínima se entretendrán recordando viejas rencillas; céntrate en aquellos que te ataquen y no los pierdas de visita para seguir debilitándolos.Tras limpiar la sala, continuad. En la exposición egipcia surgirán calaveras de un portal; ciérralo con el impulsador antes de freír a las recién llegadas. Continua y llegarás a una habitación muy amplia donde primero aparecerán centuriones -destruye sus escudos- y a continuación más soldados de la guerra civil. Como sólo surgirán los de un bando, tendrán todas sus miradas fijas en ti, así que vigila mientras los capturas.Activa el escáner y analiza el muro de la parte superior derecha para hallar una salida invisible al ojo humano. Moquéala para poder pasar. Seguid por el pasillo, y haz que te asustas para que Ray esté contento. En la siguiente sala habrán más estatuas y calaveras, será un poco difícil porque no hay tantos parapetos y los pocos que hay son altamente volátiles. Abre la puerta doble y ve por el pasillo de la izquierda. A los pocos pasos aparecerán unas cuantas estatuas, así que estate preparado para la emboscada. Al final del pasillo revivirán dos más de estos engendros. Al pasar a la siguiente sección os recibirá otra pareja de granito espectral. Camina un poco más y… sí, lo has adivinado: otro par de estatuas. Al final estará la malvada deidad del museo, que no tendrá otra cosa mejor que hacer que reavivar a más esbirros.Ray os abrirá la verja y los cuatro continuareis hacia la siguiente secuencia cinemática. Activa el escáner y analiza el obelisco para descubrir que puede ser destruido; hazlo y desciende por la entrada oculta. Tras una serie de indagaciones por los túneles, llegareis a un presunto punto muerto. Vuelve a ponerte las gafas e investiga el muro repleto de mocos para hallar una grieta. Revela la siguiente entrada con el impulsador.Al cabo de un rato, tendrás a tu disposición el colisionador mesónico. Pruébalo si quieres y abre la verja para avanzar. En el epicentro de este extraño lugar te enfrentarás al presidente y a sus molestos esbirros. La batalla será fácil si tienes paciencia y te adelantas a los movimientos de tus enemigos.Para empezar, el presidente tiene un punto débil: su extraño medallón amarillo. La clave es tener puntería y utilizar el colisionador mesónico para darle donde más le duele. Durante la primera fase de la batalla, después de que éste aparezca surgirán los reptantes, unos bichos débiles al impulsador y muy fáciles de vencer. Ahora bien, cuando le hayas quitado un cuarto de vida al jefazo, aparecerán los demonios de los mocos negros, débiles también al impulsador pero mucho más rápidos y voraces.Asimismo, durante la segunda ronda el presidente utilizará un ataque mortal que puede eliminaros a los cuatro en los niveles de dificultad más elevados. La clave es esconderse tras el pilar del centro, dispararle en su segunda aparición y reanimar a tus compañeros antes de que aparezca la nueva horda de esbirros. Cuando le quede cerca del 20% de la energía, los Crusters -no será necesario capturarlos en esta ocasión- y los Levitadores -estos últimos débiles contra el impulsador- empezarán a molestar; ten paciencia y asegúrate de quitarle al presidente unos 3 puntos de vida por aparición para que la batalla finalice pronto. Durante esta última ronda, el jefazo utilizará un nuevo ataque que invocará pilares de energía; utiliza la estrategia anterior y todo irá bien.