Warcraft III: Reign of Chaos
Warcraft III: Reign of Chaos - 3. Capítulo 2
La coexistencia pacífica entre Orcos y Humanos es algo que cada vez más parece un imposible. Después, bastante después de lo vivido en la anterior entrega, se produce la aparición de una extraña Plaga que asola las tierras del Norte, poniendo a la Alianza en una situación más que difícil.
Dificultad: Media
Elimina a los necrófagos y rompe la puerta para poder avanzar. Reúnete con los refuerzos y acaba con las abominaciones que te saldrán al paso. Hacia el norte hay una sala que contiene unos pedestales que al romperlos obtendrás 2 libros.
Si continúas hacia la derecha una abominación se te unirá. No vayas hacia el sur ya que no hay nada de utilidad, tan solo unas monedas de oro. Puedes romper las cajas y barriles para usar el atajo. Una sombra se te unirá, úsala para explorar el mapa en busca de refuerzos y evitar encuentros innecesarios.
También hay una fuente en la que reponer el mana de los nigromantes. Al norte hay otra puerta que debes romper, dentro hay una baldosa que hará subir una plataforma a modo de puente.
Avanza y derrota a los esqueletos que guardan la puerta. Destrúyela y acaba con las torres y enemigos (te vendrán muy bien los carros de despojos) y pisa la baldosa para desbloquear el camino. Ve por el camino de la izquierda, te enfrentarás contra unos poderosos golems de carne, pero te ahorrarás un buen camino.
Llegarás hasta una puerta custodiada por 2 torres, destrúyelas y ayuda a tus tropas que están peleando. Destruye las puertas de la ciudad, te esperan mas enemigos, pero también un montón de cadáveres para ser reanimados.
Ve hacia la derecha o izquierda y derrota a los enemigos hasta llegar arriba del todo, donde te encontrarás con un muy poderoso enemigo llamado Festín de sangre. Reanima todos los esqueletos que puedas, y si pierdes muchas tropas usa el animar a los muertos de Arthas. Rompe la puerta para acabar la misión.
Misión opcional: Los carros de despojos.
Liquida al señor del terror y a los golems que guardan los carros de despojos. Úsalos para destruir fácilmente las torres.