Everquest: Shadows of Luclin
Everquest: Shadows of Luclin - Edad de los Monumentos
Las razas élficas han comenzado a reclamar su gloria. Las razas más jóvenes han madurado y activado una fuerte economía a lo largo de Odus, Antonica y Faydwer. Prepárate para la aventura.
EDAD DE LOS MONUMENTOS
Era inevitable que las enormes energías desatadas para sembrar el planeta de vida atrajeran a otros dioses, y fueron los Elfos quienes llamaron la atención de Innoruuk, Príncipe del Odio. En una decrépita torre con vistas a los oscuros terrenos del Plano bajo el cuál gobernaba, Innoruk esperó, llenándose del fuego de su Odio hasta convertirlo en un infierno. Maldijo a sus compañeros los otros dioses por no incluirlo en su pacto y juró venganza.
Desde los vestíbulos de la ciudad de los elfos, Takish Hiz, el Príncipe del Odio secuestró al primer rey y reina Elfos. En su reino de pánico y angustia los desgarró psíquica y mentalmente durante trescientos largos años. Luego reunió a los estremecidos prisioneros hechos de luz y los reconstruyó a su imagen oscura y sádica, una retorcida ridiculización de los nobles hijos de Tunare. Depositando a los Teir'Dal, (es como fueron llamados los Elfos Oscuros creaciones de Innoruk) de vuelta a las entrañas de Norrath, las semillas del Principe del Odio vengarían finalmente a éste.
Fizzlethorpe Bristlebane y Cazic Thule fueron los siguientes en llegar a Norrath y Brell se encontró con ellos, arreglando un segundo pacto con estos últimos dioses e inventando otra excusa para crear a más gente en el mundo. Rallos Zek de nuevo los observaba distante, pero esta vez Brell consiguió convencerle para que entrara en el pacto. En las profundidades de la tierra Brell creó a los Gnomos. En la superficie, lejos de Elfos y gigantes Bristlebane hizo a los Halflings pequeños y alegres.
Cazic Thule, Señor del Miedo, se dejó caer por los pantanos y las junglas y allí creó a los verdosos Trolls y a los hombres lagarto. Rallos Zek volvió a a la superficie decidido a crear más criaturas para su ejército.
Creó entonces a los Ogros, enormes y poderosas criaturas de cuestionable inteligencia; y a los Orcos, nacidos para la batalla y con la conquista como única idea en la cabeza.
De este modo, las viejas razas de Norrath comenzaron a crecer y expandirse. Las aldeas se convirtieron en ciudades y las ciudades en reinos. Muchas de las clases comenzaron a desarrollar culturas. Fueron los Ogros los que rápidamente se interesaron por la batalla y su imperio se expandió desde sus montañas hasta un gran porción de Tunaria, el continente más grande conocido.
Su conocimiento de la mágia creció como lo hicieron sus territorios, y cuando conocieron la existencia de otros planos y dimensiones, invadieron el Plano de la Tierra. Rallos Zek vio con regocijo como sus creaciones retaban a los dioses de ese reino y cuando ellos se creyeron derrotados, el Señor del la Guerra condujo una segunda invasión. La tremenda guerra que comenzó agitó los cielos y enfadó a los dioses mayores. Con su poder combinado, Rallos Zek fue finalmente forzado a retroceder a sus dominios y una gran barrera se elevó frente a los Planos, denegando la entrada a los dioses menores y mortales. Luego los dioses maldijeron las creaciones del Señor de la Guerra. Miles de Ogros fueron abatidos y su imperio destruido. Los Gigantes fueron perseguidos de una punta a otra de la tierra, forzados a dejar sus dominios cuando los dioses llevaron a ellos la nieve y el hielo.
Así empezó la Edad de los Monumentos.