NATACIÓN | EUROPEOS ROMA

Manchas circulares en el cuerpo de nadadores: ¿qué son y por qué salen?

Una de las imágenes más comentadas durante los Europeos de Natación de Roma es la de por qué muchos nadadores compiten con estas manchas en su cuerpo.

ANTONIO BRONICREUTERS

La celebración de los Europeos de Natación en Roma nos ha dejado una imagen que llama cuanto menos la atención de los espectadores y los aficionados al ver las pruebas de natación: ¿por qué muchos de los participantes aparecen con círculos de colores oscuros en su cuerpo a la hora de competir?

Pese a que pueden parecer hematomas de heridas, estas marcas tienen su origen en un tratamiento con ventosas conocido como ventosaterapia o ‘cupping’ al que muchos nadadores se someten para recuperar mejor después de sus esfuerzos en un corto periodo de tiempo.

En declaraciones al medio lituano 15min, el nadador Andrius Sidlaukas explicó cómo es este método y sus efectos al tener apenas tiempo para recuperar entre la final de los 100 metros braza y la clasificación de los 200 metros. “Volví tarde, sobre las 22:00 y después de cenar, en vez de darme un masaje, me pusieron ventosas. Se hace mientras estás de pie para que la sangre fluya más rápido, sin necesidad de masajes, y para que el cuerpo se cure solo”.

Indre Kalnute, fisioterapeuta del equipo lituano de natación, también quiso dar más detalles sobre ello. “El deber de un fisioterapeuta deportivo es la prevención y rehabilitación de las lesiones de los deportistas tras un gran esfuerzo físico en los entrenamientos y las competiciones. Para lograr estos objetivos utilizamos varias terapias y una de ellas es la de las ventosas. Las ventosas recuerdan a cuando las abuelas o las madres te colocaban un vaso de cristal cuando eras niño. Conocí la terapia de las ventosas en Canadá y después empecé a utilizarla en Lituania. Desde entonces recibo muchas preguntas sobre cuáles son sus beneficios”.

Unos beneficios que radican, sobre todo, a la hora de cuidar los músculos. “Los músculos se componen de fibras. Una persona que no suele entrenar tiene fibras de longitudes diferentes y durante un ejercicio intenso las miofibrillas de rompen. Con el entrenamiento estas miofibrillas se vuelven uniformes y durante el ejercicio el músculo se puede dañar y las fibras se rompen y se producen microtraumatismos. Mientras el músculo se cura, se crean nuevas fibras y el músculo aumenta su tamaño, y así sucede el crecimiento muscular”, subraya Kalnute.

Un esfuerzo que aumenta todavía más durante las competiciones, con más exigencia y menos tiempo para recuperarse. Y uno de las terapias que ayuda a esta recuperación es la aplicación de estas ventosas. “Reducen el dolor muscular, mejoran la circulación de la sangre y también la regeneración de los tejidos. Aunque aún haya pocos estudios científicos, cuando trabajé con varios deportistas noté que las ventosas ayudan más que el masaje. El proceso suele durar 20 minutos y se suele aplicar cuando los deportistas sufren una distensión o inflamación muscular”, afirma Kalnute.

El precedente de Michael Phelps

Pese a lo llamativo que están resultando las manchas que dejan el uso de estas ventosas en la piel de los nadadores de los Europeos de Roma, hay que remontarse al año 2016 para encontrar el primer precedente de este uso de ventosas en el mundo de la natación: la leyenda estadounidense Michael Phelps.

En sus últimos Juegos Olímpicos Phelps apareció en varias de las pruebas con manchas provocadas por el efecto de succión que hacen las ventosas para evitar este tipo de lesiones musculares que, a largo plazo, podrían ser aún más molestas.

Este tipo de tratamiento que puso en marcha Phelps también se ha trasladado el mundo del fútbol, ya que jugadores como Neymar o Karim Benzema también se han sometido a la ventosaterapia para combatir posibles lesiones musculares.

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