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GOLF | MASTERS DE AUGUSTA

El Maestro es Scottie Scheffler

El norteamericano (25 años), número uno del mundo, se enfunda la chaqueta verde, su primer major. Rahm tira de orgullo y firma un -3 compartiendo partido con Tiger (+6).

Actualizado a
Scottie Scheffler, con su caddie Ted Scott.
BRIAN SNYDERREUTERS

"Queremos que los bogeys sean fáciles, los pares se obtengan con buen juego y los birdies se paguen caros”, decía Bobby Jones, cofundador del Masters y para algunos el mejor golfista de siempre. En la jornada final de la 86ª edición, el Augusta National se vistió de gala. Sol espléndido, banderas en las ubicaciones tradicionales, decenas de miles de patrones en el recorrido, manga corta... y dos partidos estelares.

El último en salir, el que decidía el ganador entre el norteamericano Scheffler y el australiano Smith; el otro, el que muchos habrían querido como duelo para cerrar el Masters: Woods vs Rahm. Tigre frente a León. El mito de los 15 grandes que volvía tras su accidente midiéndose con el vencedor del US Open que ha dominado el ranking 36 semanas seguidas y que ve el golf a imagen y semejanza de su ídolo Seve Ballesteros.

Jon Rahm y Tiger Woods.
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Jon Rahm y Tiger Woods.Gregory ShamusAFP

Cada impacto, paseo, mirada... era acompañado de una atención exhaustiva de una masa casi compacta porque no cabía ni un alma en el seguimiento del dúo protagonista. Todo acierto era celebrado con algarabía, todo error con lamento desmesurado. Tiger eligió su atuendo icónico para elevar el potencial místico del momento: parte superior roja, pantalón negro. La de los domingos en los que elevó el golf e hizo nacer una leyenda que cambió este deporte.

Instantes que todo aficionado graba en su memoria. Como Rahm, el chaval de Barrika, que recuperaba su mejor juego pese al enfado de los 54 primeros hoyos. El jueves rompía una racha de quince recorridos seguidos en Augusta al par o por debajo y el sábado firmaba su peor tarjeta de las últimas 40 rondas en los majors con 77 golpes. Pero jugando con Tiger y pese al bogey inicial dio un recital con cinco birdies y sólo un error en el 9 para 69 golpes (-3 en el día, +4 en el torneo). Lo contrario que Woods, cuya cojera era ya muy pronunciada, que firmó 78 golpes (+6, +13 total). Nadie miraba al marcador, todos ovacionaban en pie al californiano que está de vuelta pese a los dolores. Sergio García acababa con -1, +3 en el cómputo final. Top-30 para los dos españoles: 23º Sergio, 27º Jon.

Augusta disfrutaba, pero faltaba el plato fuerte: conocer al sucesor del japonés Matsuyama. Smith presionaba con birdie en el 1 y el 2... pero el 3 fue la clave, a nivel deportivo y psicológico. Un prodigioso chip embocado por Scheffler unido a un bogey de su rival, que repitió error en el 4, tranquilizaron al número uno que empezó a carburar, al revés que el ‘aussie’. Cambio de dinámica que el norteamericano de 25 años cerró como una apisonadora para lograr con -10 (doble bogey en el 18) su primer major, y primera chaqueta verde, (cuarto triunfo en los seis últimos disputados tras no ganar ninguno de los primeros 70 en el PGA Tour) pese a la exhibición final, con golpe sideral incluido desde el bunker del 18, de Rory McIllroy (-8, para -7 final). Sólo nueve jugadores lograron entregar la tarjeta final en color rojo.

ASÍ QUEDÓ EL MASTERS DE AUGUSTA