Estrellas sin público en el PGA Championship
La pandemia de coronavirus deja un PGA Championship descafeinado sin el calor de los fans y con alguna baja notable por precaución.
![Estrellas sin público en el PGA Championship](https://img.asmedia.epimg.net/resizer/v2/RY2PCT5YZ5O47KQTQ2GLZV4NSU.jpg?auth=5c3c65b94ce3b8d5a41fe28c0f9210c7fa9b9163774e845c54c9d1c2323137bf&width=360&height=203&smart=true)
¿Un major sin público sigue siendo un major? Sobre el papel sí, pero falta el aroma. Faltan las riadas de aficionados invadiendo calles y greenes desde primera hora de la mañana, faltan los aplausos en el tee del uno, los amasijos de niños esperando a la salida del 18 para cazar un autógrafo de Tiger o Rahm.
El TPC Harding Park, precioso campo con sus hileras de inmensos cipreses y el Lago Merced de fondo, lucía desangelado en la primera ronda del PGA Championship (Rahm y Sergio salieron a las 22:58, hora española). No fue lo que se espera del primer día en el primer grande de la temporada.
La PGA decidió seguir adelante con el evento pese a la pandemia (el British Open, en cambio, prefirió cancelar) y ha convertido el trazado de San Francisco en un búnker. Los 155 jugadores y 156 caddies se sometieron a pruebas diagnósticas a su llegada y ninguno dio positivo en coronavirus. El último de los siete casos detectados entre los jugadores del circuito norteamericano fue Branden Grace en el Barracuda Championship de la semana pasada.
![McIlroy efectúa un golpe en un TPC Harding Park vacío.](https://img.asmedia.epimg.net/resizer/v2/6DAMDQRROVLBBNEQAFLNSREZ24.jpg?auth=c75710858ae81e1568574b344fa795fb512970e7d5ac2cd349f264b828eca88b&width=360)
Protocolo anticoronavirus
En caso de positivo, el afectado tendría que retirarse del torneo y aislarse. Aunque no es obligatorio instalarse allí, la organización del torneo ha dispuesto un hotel para que se concentren allí todos los participantes y sus caddies. No pueden acudir al campo tampoco los familiares de los jugadores, que sólo pueden ir acompañados de su entrenador y dos asesores. Entre voluntarios y staff habrá unas 2.000 personas esta semana en Harding Park. Pero el protocolo no ha convencido a todos. Algunos jugadores decidieron renunciar a su puesto por precaución, caso del italiano Molinari, que aún no ha competido desde que se reanudó el circuito, el irlandés Harrington o el inglés Westwood.
Son muchos los que aseguran sentir vacío al ver el campo huérfano de aficionados. Por ejemplo Tiger o Rahm, dos de los más mediáticos. El Tigre describe "una sensación totalmente desconocida" y Rahmbo cree que se notará sobre todo "en los últimos nueve hoyos del domingo". "Todo es distinto esta semana", añade, aunque para él haya un poco de rutina: pelear por su primer major y el número uno.