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BOXEO

Watif da clases de boxeo a niños y sueña con el campeonato de España

Watif Alcalache, marroquí de nacimiento y de Torremolinos de adopción, da clases de boxeo para niños. Son sin contacto. Su sueño es pelear por el campeonato de España del peso mosca. El boxeo femenino crece.
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Watif Alcalache, boxeadora de Torremolinos.
Mariano PozoDiario AS

Watif Alcalache (en adelante Wati) se ha machado a Madrid. Mientras espera su gran oportunidad trabaja enseñando los valores del boxeo: “La promotora que me ha fichado, que se llama ‘Promoción Boxin Catch’ me llamó porque ha abierto dos gimnasios y me ofreció un trabajo para dar clases como monitora de boxeo para niños y niñas. También para mujeres. El gimnasio se llama Cross Boxin”. El mensaje que se transmite es que el boxeo no es ese deporte violento o sucio que se ha propagado en ciertas películas del cine negro americano sino que transmite valores. “A los niños les enseño que el boxeo no es lo que dicen por ahí de que se trata de un deporte violento. Es un deporte de humildad y respeto. Hay que tener mucha disciplina y entrenar”.

El boxeo ha dejado de ser un deporte machista, solo coto para hombres. “Antes apenas éramos cuatro. Ahora somos más. Se ha puesto de moda el boxeo femenino. Tenemos a Joana Pastrana, la primera mujer que ganó el campeonato de Europa del peso mínimo y ahora va a hacer el campeonato del mundo”. Wati es peso minimosca (51 a 53 kilos). “Quiero bajar a mosca”. Admiradora de Laila Alí: Me gusta su inteligencia y que lo da todo en el ring”. Por supuesto que ha visto imágenes con grandes combates de Muhhammad Alí. “Un grande. Además es musulmán. Y eso me favorece para que mi familia vea que lo que es este deporte”.

Wati admite que no es sencillo ser boxeadora y musulmana: “Tuve muchos problemas con mi familia porque lo veían como un deporte de hombres. Se han acostumbrado porque ven que su hija está ganando y destacando y se sienten orgullosos. Además en España están saliendo chicas marroquíes que se han animado tras ver lo que yo he pasado. Al principio no lo aceptaban y ahora mi madre ha ido a verme dos veces y me apoyan”.

Nacida en Marruecos, con 16 años se instaló con su familia en Torremolinos. Sus comienzos no fueron nada sencillos. Ahora tramita su pasaporte español. “Quiero disputar el campeonato de España y el de Europa. Yo puedo disputar un título IBF o Mediterráneo. Quiero defender la bandera española porque gracias a ella me apoyan. ¡Soy de Torremolinos! Es mi pueblo”.

¿Se puede vivir del boxeo? “Ahora mismo no. Hay que trabajar mucho. En España el boxeo no tiene muchos apoyos de los sponsor o de la televisión. Kerman Lejarraga, un gran boxeador que metió a 11.000 personas en Bilbao, no sale en televisión y es uno de los mejores de España. No le apoyan. Al menos se ha valorado a Javier Castillejo, Poí Díaz o Soraya Sánchez que fue campeona de Europa. Kalunga, campeón de peso crucero de Europa, francés, coincidió conmigo en Torremolinos. Todos me dicen: 'Con lo que has pasado viniendo de Marruecos no puedes tirar la toalla'. La toalla solo se tira en la playa”. Ha trabajado entre otras cosas en la hostelería, en el restaurante ‘Los Mellizos’. “Por cierto me patrocinaron. Son muy grandes” enfatiza.

Volvemos a hablar de esos niños a los que Wati da clases de boxeo. Para ella es todo un orgullo. “Tienen entre nueve y 12 años. Hace cuatro semanas tuve un Master class con los niños y me siendo muy orgullosa. He enseñado también a niños de cinco o seis años que tenían su chupete entrenando. Lo primero y más importante es inculcar que no es un deporte violento y por eso les traen sus padres. Les enseño lo que es la izquierda, la derecha, y que no se deben dar golpes bajos, en la nuca o en la nariz. Es como defensa personal a largo plazo al estilo del taekwondo, por poner un ejemplo. El Máster class no tiene contacto”. Es decir. No hay golpes.

Mientras esto ocurre Wati espera su gran oportunidad. El combate de su vida está por venir. Y después otro y otro. “Estoy deseando que llegue el momento. Para eso entreno y me preparo día a día”.

¿Es compatible la actividad del boxeo con el Ramadán, la sagrada liturgia de la fe musulmana? Wati lo explica: “Es muy duro y sufro mucho porque no entreno como debería y me encuentro débil y deshidratada. Pero se compagina. Entreno una o dos horas cuando puedo. Cuesta mucho porque estas sin comer y sin beber pero hay que ser duro y sacrificarse por lo que te gusta. En el Ramadán, durante el día no puedes comer ni beber hasta las nueve y media. Yo me levantaba a las seis de la mañana y me hinchaba de comer. Pero lo peor es no beber agua”.

¿Y el futuro? “Soy hispanomarroquí. Tengo sangre de Marruecos, pero corazón español porque llevo más años viviendo aquí que allí. Estoy deseando hacer el campeonato de España. Me siguen mucho en Marruecos. A mis 31 años tengo todavía mucho que ofrecer. Algunos de dicen que tengo cinco o seis años de carrera. Pero Foreman fue campeón del mundo a los 46 años”… Deja caer que tenemos Wati para rato.