Kaká salva un triste empate ante el colista y el Inter se escapa

LIGA ITALIANA

Kaká salva un triste empate ante el colista y el Inter se escapa

Kaká salva un triste empate ante el colista y el Inter se escapa

5 días

El Milán no pudo pasar del empate ante la Reggina (1-1), último clasificado de la Seria A, y el Inter pasó por encima del Lecce (0-3). Los interistas se van a los ocho de puntos de ventaja sobre sus vecinos y la Juve puede ponerse segundo si gana al Catania.

Batacazo inesperado del Milán en su estadio ante el colista de la Serie A, la Reggina, que le condena en sus aspiraciones al campeonato y catapulta al Inter de Milán que sí cumplió hoy ante un desangelado Lecce y estira su ventaja hasta los ocho puntos sobre los lombardos y diez a la Juventus, que mañana se puede poner segundo si vence en la cancha del Catania.

Buena tarde de fútbol la que vivió Italia con los dos partidos adelantados a la jornada del sábado. Para abrir boca, los líderes dirigidos por Mourinho viajaron hasta el estadio Via del Mare para enfrentarse a Lecce, conjunto que cada semana se pelea con los débiles para salir de la zona de descenso.

Y va a tener que seguir remando porque hoy cedieron los tres puntos desde el comienzo del partido en un encuentro lamentable de los locales, sin jugar a nada. El sueco Ibrahimovic aprovechó un pase de Cambiasso para abrir el marcador y ya en la segunda mitad, el último campeón del Scudetto mató a los de la región de Apulia con goles de los veteranos Luis Figo y Dejan Stankovic.

Tras el triunfo interista llegaba la hora del Milán, que debía hacer lo mismo para no perder comba en la tabla. Tras una semana donde la actualidad del equipo ha girado sobre David Beckham y sus intenciones de mantenerse en San Siro, Ancelloti salió con todas las bazas atacantes, incluido Ronaldinho que volvió a la titularidad, para bombardear a una Reggina que lleva sin conocer la victoria desde el pasado 23 de noviembre (3-1 al Atalanta) y ya se asoma peligrosamente a la Serie B.

Las continuas heladas en Milán han dejado el terreno de juego en malas condiciones y el ambiente gélido pareció instalarse en las piernas lombardas que entregaron la posesión del balón a los visitantes en los primeros minutos. El tiempo que tardó Beckham en ponerse a tono. Con él, el Milán ha dado con el jugador perfecto para desatascar el juego y abastecerse de balones colgados desde la derecha. La otra banda era de Ronaldinho. El brasileño volvió a formar parte del once titular y desde los primeros compases se ciñó a su papel habitual en Italia. Sin hacer grandes aportaciones al juego colectivo, el ex jugador del Barcelona dejaba pequeños detalles de calidad para levantar algunos aplausos de San Siro.

La alegría de Ronnie se propagó en sus compañeros y por momentos el Milán ya aplastaba al colista de la Serie A con lanzamientos lejanos que Campagnolo rechazaba como podía. Con los once jugadores de la Reggina en su propio campo, todo indicaba a que tarde o temprano la balanza se iba a desequilibrar para los locales. Pero la grandeza del fútbol quiso pasar esa noche por San Siro y alborotar el partido.

Una tímida internada de la Reggina finalizó en las botas del ex valencianista Corradi, que, casi sin querer, amortiguó el balón hacia atrás para que Di Gennaro fusilara a Abbiati, que nada pudo hacer para evitar la sorpresa. Las caras se transformaron en la grada de Milán y en los rossoneri se reflejaban los primeros síntomas de nerviosismo. Sin balones en los pies de Pato ni de Kaká en la primera mitad, era el momento de replantear el juego milanista y Ancelloti tuvo su oportunidad en el descanso.

Ancelloti mueve el banco en busca de la reacción

Los mismos jugadores saltaron al feo césped de San Siro y el guión del juego recayó sobre el equipo local pero faltaba orden en la distribución del juego y la grada comenzaba a impacientarse con las repetidas pérdidas de balón. Seedorf fue el antídoto al que recurrió el entrenador del Milán, sacrificando a Ambrosini al banco. Y la sustitución habría sido perfecta si el colegiado no le hubiera anulado un gol al holandés por una presunta mano antes de lanzar a puerta vacía.

Reinaba la intranquilidad en Milán y las bazas se iban quemando. Una de ellas era Ronaldinho que fue sustituido en un partido serio del brasileño pero sigue con el regate perdido. Era la hora de que el cazador del área milanista entrara en el partido. Inzaghi se unió para acompañar a Pato y Kaká en el ataque y al minuto de su entrada, el delantero brasileño provocó un penalti que convirtió Kaká y puso las tablas a falta de 25 minutos de partido. El empate aplomó a los rossoneri que se fueron con todo a por el partido y acosó en los últimos quince minutos a la Reggina. La entrada de Inzaghi trajo más soluciones al ataque del Milán y además, descubrió a Pato, inexistente hasta la entrada del nueve milanista. Todo pintaba a que el partido iba a decidirse en el descuento con un tanto del killer Inzaghi pero hoy el Milán reaccionó tarde y tuvo que conformarse con un punto que le descuelga del liderato y le deja virtualmente en la segunda plaza, a expensas de lo que haga mañana la Juventus.