El Ciudad Real logró hoy una contundente victoria, por 34-21, contra el Bosna Sarajevo en la cuarta jornada del grupo B de la Liga de Campeones de balonmano.

El campeón bosnio sólo pudo mantener un juego equilibrado frente a los visitantes españoles en los primeros quince minutos del partido jugado en la capital bosnia. Después de que el Ciudad Real se colocara a 3-0 en el sexto minuto del juego, con un gol de Stefanson, Bosnia logró una ventaja por 8-7 en el minuto 19, pero eso fue todo lo que pudieron hacer los sarajevitas en este encuentro para salvar la honra.

En entrenador del cuadro español Talant Dujshebaev pidió un tiempo muerto, tras el que el Ciudad Real pasó a la iniciativa y logró la ventaja que al final de primer tiempo fue de 16 a 11. El campeón de España mostró su plena fuerza en el segundo tiempo, tal y como se esperaba, y sólo quedaba ver por cuántos goles de diferencia iba a ganar.

El mejor goleador del partido fue Ales Pajevic, del Ciudad Real, con ocho tantos marcados. "Hemos mantenido un juego equilibrado en el primer cuarto de hora ante el rival técnicamente superior. Luego, los españoles impusieron un ritmo que difícilmente pudimos seguir. Nuestros jugadores se cansaron pronto y eso se reflejó en el juego", declaró el entrenador bosnio, Gregor Cvijic.

"No obstante, no tenemos nada que lamentar. Buscaremos la oportunidad en los duelos con el Doukas y el Svendborg", agregó. El técnico del Ciudad Real manifestó tras el encuentro en Sarajevo que el equipo entró en el juego contra en Bosna "con toda la seriedad, sabiendo que podía representar un peligro". También indicó que su equipo jugó un excelente balonmano y que la victoria fue merecida.

El Barcelona sella en Macedonia su pase a la siguiente fase

El Barcelona certificó en Skopje (Macedonia) su pase a la segunda fase de grupos de la Liga de Campeones al derrotar con cierta comodidad al Metalurg y asegurarse la segunda posición de su grupo, pendiente de jugarse el primer puesto con el Kiel alemán.

El extraordinario acierto exterior de Mikkel Hansen y su seriedad defensiva le sirvieron al Barça para sumar su tercera victoria en la competición ante un rival tan entusiasta en el arranque como entregado en los últimos minutos. No había perdido un partido en su pista el Metalurg en los dos últimos años. El Barcelona, superior en calidad, fondo físico y táctica, rompió la racha sin demasiado esfuerzo.

Consciente de la jerarquía de su rival, el equipo macedonio intentó agitar el partido desde el principio con sus dos mejores jugadores, Stanojevic (ocho goles) y Smigic (seis), excelentes tiradores que sobresalen en medio de un equipo de perfil muy plano. El Barcelona tardó 14 minutos en gobernar el marcador (6-7). Lo hizo gracias a la entrada en pista de Demetrio Lozano y Ben Amor, que asumieron la batuta del partido. El equipo de Manolo Cadenas ya no permitió que el Metalurg se adelantase y alcanzó el descanso con una ventaja de tres goles (14-17).

Sólo el empuje del Metalurg en el inicio de la segunda mitad inquietó al Barcelona. Stanojevic situó a su equipo en un apretado 16-17, (min. 34) y el Barcelona no anotó hasta el sexto minuto de juego en la reanudación. Su reacción, en cambio, fue contundente. Primero de la mano de Noddesbo, autor de dos goles consecutivos (17-21, min. 42). Y especialmente de Hansen, cuyo lanzamiento exterior figura ya entre los mejores de Europa.

El danés, encargado de ejecutar los penaltis, lanzó definitivamente al Barça con siete goles en la segunda parte. El Metalurg, huérfano del talento de Smigic y físicamente un paso por detrás, se arrodilló ante el Barcelona, ya clasificado para la siguiente fase, aunque aún con el reto de hacerlo como primer clasificado de grupo y con dos puntos que se tendrían en cuenta en la próxima ronda. Para ello, deberá ganar al Kiel en Alemania.