Pekín cierra sus Juegos con un sabor muy 'british'

Pekin 2008 | El fin de los Juegos

Pekín cierra sus Juegos con un sabor muy 'british'

Pekín cierra sus Juegos con un sabor muy 'british'

Londres tomó el relevo con Beckham como gancho

El listón está muy alto. Lo decía Jacques Rogge, presidente del COI, horas antes de la Ceremonia de Clausura. Boris Johnson, alcalde de Londres, le prestaba mucha atención. Ha estudiado lo que han hecho los chinos durante estos días. A la capital inglesa le toca organizar en el año 2012 los "mejores Juegos de la historia", estribillo que se repite cada cuatro años. Después de 16 días y 43 récords mundiales, Pekín echaba el cierre a sus Juegos con una ceremonia que no tuvo el arte de la Apertura, pero sí un sabor muy british. Mientras los fuegos artificiales -habrá que averiguar ahora si reales o ficticios- tronaban en Pekín, la gente abandonaba el estadio de 'El Nido' como los pamploneses cantan el "pobre de mí" al finalizar los sanfermines. La fiesta había terminado.

Eran a los británicos a los que se veía mejor cara, sobre todo cuando izaron la Union Jack al son del God save the Queen. Estuvo David Beckham, cómo no, quien se llevó la mayor ovación al surgir de un autobús londinense de dos pisos. ¿Cuánto hacía que no utilizaba el transporte público Sir David? El ex del Real Madrid acompañó a Tayyiba Dudhwala, una estudiante londinense de 10 años que se ganó el derecho a participar en la ceremonia gracias a un concurso de la BBC.

La cantante Leona Lewis y Jimmy Page, guitarrista de Led Zeppelin, fueron los otros ganchos británicos para esos Juegos de 2012 que Rogge dice que reflejarán "el multiculturalismo de la ciudad y el fair play británico". La llama se apagó y un imaginario pebetero se levantó en el césped, con 396 acróbatas engañando con sus cuerpos el ojo del espectador. El acento español lo pusieron Joan Llaneras, nuestro abanderado, y Plácido Domingo, quien cantó junto a Song Zuying La llama del amor. La China de las cien medallas -Zhang Zhilei lograba al mediodía la plata de boxeo- se despedía del mundo y Londres tomaba el relevo. Con el listón a la altura del Big Ben.