Bienvenido el Atlético

Bienvenido el Atlético

Que el Atlético de Madrid pueda recuperar el balonmano es gran noticia. El Atlético fue un grande y muchos atléticos mamaron los calostros del balonmano en aquellos tiempos. El equipo contaría de salida con un buen número de incondicionales, lo cual no es de despreciar. El balonmano, lo estamos viendo cada día en Ciudad Real, en Pamplona, en León, en Valladolid, es un deporte que cuaja y da alegrías. Un deporte con presupuestos ajustados, capaz de sacar adelante una plantilla con el costo de la ficha de uno solo de los jugadores de fútbol y, lo que es mejor, sin límite en las ambiciones. En el balonmano, al contrario de lo que sucede en el baloncesto, sí se pueden fichar a los mejores jugadores del mundo.

En el balonmano la NBA está aquí, en Europa y, sobre todo, en España. Por eso no es raro ver a los equipos españoles disputarse la final de la Champions, ni copar los títulos continentales. Y no se hacen equipos campeones sólo a base de talonario, que para eso también somos campeones del mundo de selecciones. El balonmano español tiene buena y abundante cantera. El Atlético dio buena prueba de ello en su época. Ahora incluso son tiempos más propicios para crear cantera. Nos hemos convertido en un país polideportivo y los niños (más altos y más fuertes que hace veinte años) pueden encontrar referencias más fácilmente que antaño. Y, sobre todo, ídolos a quienes imitar. Sí, resucitar al Atlético es una gran idea y, sobre todo, viable.