Bienvenida la orientación

Bienvenida la orientación

El deporte español ha dado la bienvenida a un nuevo socio: la orientación. Desde el pasado martes es la 59ª Federación reconocida por el Consejo Superior de Deportes con todas las ventajas que ello supone, sobre todo desde el punto de vista económico y administrativo. Su entrada se produce sin que se haya dado de baja ninguna otra Federación. Tampoco es obligado, pero la inflación de deportes existente así lo aconseja, y de hecho el Comité Olímpico Internacional ya no admite en sus Juegos a ningún otro deporte más si no es a cambio de que salga otro. Pentatlón moderno y boxeo son los candidatos a dejar de ser olímpicos para ser sustituidos por otros deportes más pujantes y universal o socialmente de mayor aceptación.

Era la ocasión para aplicar el mismo criterio en el deporte español, pues motivos hay para revisar la lista de Federaciones e invitarlas a que se convirtieran en agrupaciones o lo que ellas quisieran. El Consejo Superior de Deportes no se ha atrevido, pese a que la colombicultura, la colombofilia, los galgos y el tiro a vuelo (antiguo tiro de pichón) figuran en una lista como Federaciones a revisar. Desde luego son deportes menos activos que la orientación, en el que los participantes realizan una carrera teniendo que pasar por unos puntos determinados que no están señalizados, sino que han de ir localizando en un mapa. Y no es deporte precisamente nuevo, sino que su origen escandinavo data desde hace más de un siglo.