El atletismo tiene un problema

El atletismo tiene un problema

Parecía que nos habíamos olvidado del atletismo, pero ya por fin aparece en la tradicional reunión de Sevilla. Hora es de hablar de atletismo. El atletismo está considerado el deporte rey, lo es indudablemente en los Juegos Olímpicos, y este año los hay, pero tiene un problema de imagen: se muestra poco. Por eso parece olvidado. El problema del atletismo es que se ha dejado comer terreno por otros deportes. La Fórmula 1 tiene un calendario muy concreto que llena prácticamente todo el año; las motos, también; el baloncesto tiene su liga; como el balonmano; el ciclismo tiene sus vueltas; el tenis vive momentos intensos con la Davis y el Grand Slam.

El atletismo no tiene nada de eso que despierte la emoción de las masas. Además, nos faltan figuras. Las tuvimos, pero Cacho coincidió con El Guerruj y casi siempre le veíamos perder; Antón y Fiz competían poco, porque para correr maratón hay que dosificarse. Las que tenemos ahora apenas compiten en la Golden League, que es la liga del atletismo. La inventó Nebiolo precisamente para dotar al atletismo de la regularidad que le faltaba. Desde entonces, todos los viernes de verano hay atletismo por las noches. Pero se echan de menos grandes duelos, tipo Coe-Owett, Lewis-Johnson, para sentarse ante la televisión y tomar partido.

Para que el atletismo llegue a las gentes nos tiene que salir un recordman mundial, un coloso. Hasta que no sea así, el atletismo no tiene más remedio que conformarse con ser un deporte de apariciones muy puntuales, tipo Juegos Olímpicos por descontado, Mundiales o Europeos en los que podamos hacer acopio de medallas. Todo lo demás resulta insuficiente para llamar nuestra atención. Luego, además, tiene periodos en los que los atletas desaparecen, y eso no contribuye a su popularización. Ellos no tienen la culpa. Practican un deporte tan exigente que si no están al 100%, no se les valora. Y ese 100% se consigue contados días al año. Ésa es la pena.