Petacchi no pierde el tiempo

Petacchi no pierde el tiempo

Ganar nueve etapas en una vuelta ciclista es una barbaridad. Eso, en el ciclismo moderno, no lo ha conseguido ni Cipollini. Pues Petacchi, sí. Petacchi ganó nueve etapas en el Giro que terminó el domingo. Cierto es que para ello se programó un recorrido muy propio para los sprinters. Poca montaña y el resto, etapas llanas, fáciles de controlar. Petacchi ganó nueve etapas, pero en la clasificación general terminó el 97º, a casi dos horas y media del vencedor. Lo que hizo Petacchi fue competir en las etapas que le eran propicias, y en las restantes se dedicó a rodar a su aire, preocupándose sólo de no entrar fuera de control.

Esto último le supone un esfuerzo mediano, casi un ritmo de entrenamiento, al 85% de su capacidad. Sólo en los Dolomitas perdió una hora y tres cuartos; en otras etapas escarpadas, un cuarto de hora; en la crono, cinco minutos. No le interesaba más que llegar. El puesto y el tiempo perdido era lo de menos. La clasificación general le importaba un pimiento. Al contrario que otros ciclistas, podía dosificar cuando el recorrido no le gustaba. Sólo disputó once de las veintiuna etapas; ganó nueve. No está mal. En las otras dos fue segundo y decimosegundo. Tiene su mérito. Hay ciclistas que intentan lo mismo y no ganan una sola etapa.

Petacchi, así, va almacenando victorias en su palmarés. Tiene 30 años y 73 victorias, 46 de ellas en el último año y medio. Se destapó en 2003 con seis triunfos en el Giro, tres en el Tour y cinco en la Vuelta. A estas alturas de la temporada suma cinco victorias más que hace un año. De los ciclistas en activo, le superan Cipollini, Zabel, Kirsipuu y McEwen. No es que vaya a superar las 187 victorias del primero, pero la marcha que ha emprendido ya le permite ocupar un lugar entre los más grandes. De momento Petacchi, siguiendo la tradición de los sprinters, aprovecha las vueltas como nadie: compite en las etapas propicias y se entrena en las demás.