La inflación amenaza al ciclismo

La inflación amenaza al ciclismo

El ciclismo ha aprobado el calendario ProTour de la próxima temporada. Son 28 pruebas en las que tendrán que participar los 18 mejores equipos del mundo. Del cupo establecido por países, a España le corresponden tres plazas, que se supone que serán para Illes Balears (antiguo Banesto), Liberty (antiguo ONCE) y Euskaltel. Manuel Sáiz, director del Liberty y uno de los líderes de la exclusiva categoría ProTour, se queja de que van a ser muchos días de competición. Dice que 160, pero salen 138, que son realmente 132, porque las tres grandes vueltas tienen dos días de descanso cada una de ella. Son muchos en cualquier caso.

La Unión Ciclista Internacional (UCI) lo que pretende con el calendario ProTour es hacer una liga mundial que va del 6 de marzo al 15 de octubre. No hay apenas modificaciones con respecto al calendario actual, que comienza incluso antes y termina después. La única novedad es que esos 18 equipos tienen la obligación de competir en todas las carreras elegidas en dicho periodo para dar importancia a la categoría ProTour. Son, por tanto, siete meses y medio de competición oficial, que si bien es verdad ya existían antes, cada equipo establecía su propio calendario y adaptaba la temporada a las condiciones de sus corredores y a su gusto.

Ahora no. Ahora hay que competir obligatoriamente durante esos siete meses y medio. Parece un error, porque la tendencia es precisamente la contraria. El fútbol estudia acortar su calendario; el baloncesto comienza a darse cuenta de que el larguísimo trámite de la liga hasta que se decide el título le resta audiencia; los torneos de tenis sufren las consecuencias de que ya ningún enfrentamiento despierta pasión de tanto como han jugado entre sí los mejores jugadores. La inflación nunca ha dado buenos resultados en el deporte, pese a lo cual el ciclismo ha aprobado un calendario demoledor, cuyas consecuencias sufrirán los propios equipos.