Gran Valentino Rossi

Gran Valentino Rossi

Llegan las motos. Llega Rossi. Llega su particular desafío para humillar a Biaggi. Ojalá lleguen también Gibernau y Checa, y Elías, Fonsi Nieto y Pedrosa, y Barberá y Lorenzo. España contra Italia. En todas las cilindradas. Cada italiano que quiera ganar, tendrá enfrente a un español. Los títulos van a ser cosa de italianos y españoles. A ver quién gana. Una temporada apasionante que arranca hoy. Con millones de seguidores. Las motos es uno de los espectáculos preferidos en España. Dos millones de audiencia llegaron a tener el año pasado las carreras. Compiten en audiencia con la Fórmula 1, el ciclismo, el tenis, el baloncesto y la caza y pesca.

Pero ante todos los duelos está el reto que se ha buscado Rossi esta temporada. Harto de ganar títulos (5) y carreras (59), harto de subir al podio (90 veces, las últimas 22 consecutivas), ha querido pilotar este año una moto, la Yamaha, que no gana el Mundial desde 1992, una moto que el año pasado no fue capaz de ganar una sola carrera. Ha dejado la suya, la que tenía, la Honda, a sus máximos rivales. Uno, Sete, amigo; otro, Biaggi, enemigo. Me apunta desde Italia un buen conocedor de la personalidad de Rossi la razón de ello: "Estaba harto, hartísimo, de que Biaggi cada vez que hablaba sacaba a relucir que Rossi ganaba porque tenía mejor moto".

Rossi, pues, lo que ha planificado es una venganza terrible: la humillación de Biaggi. Su plan es arriesgadísmo. Como si Schumacher quisiera ganar conduciendo el Honda de Button y éste su Ferrari. Realmente lo que va a hacer Rossi es lo que tantas veces hemos soñado: que los pilotos se intercambiasen las máquinas para saber quién gana en las carreras: si la máquina o el hombre. Por eso creo que este año nos vamos a hacer todos de Rossi... aunque Gibernau se disponga a ser su gran rival. Pero Rossi ha tenido el gesto de descender de su galaxia para pilotar una moto con la que nadie conseguía ganar. Rossi necesita retos. Tiene casta. Es un campeón.