En la ACB hay 18 equipos. Pero en TVE sólo han aparecido 11 desde que transmite los partidos de liga. Gran Canaria, Valladolid, Lleida, Girona, Fuenlabrada, Alicante y Murcia no han salido en pantalla en ninguna de las 19 jornadas televisadas. Sus partidos no interesan. Interesa más el trámite del Pamesa-Tau (partido de mañana en La 2) que un Alicante-Fuenlabrada con el descenso en juego. TVE parece olvidar que los partidos por el descenso adquieren un dramatismo especial. En la liga, el descenso es directo para los dos últimos clasificados. No hay playoff ni gaitas. Por eso, a estas alturas cada partido ya es una final para al menos tres equipos.

Quedan tres jornadas y el Murcia está ya descendido. Alicante, Fuenlabrada y Lleida luchan contrarreloj por salvarse. Los dos primeros se enfrentan mañana entre sí. TVE desprecia la emoción del encuentro. Son dos equipos que juegan no para clasificarse primero o tercero en los playoff, cuestión al fin y al cabo baladí si se compara con el drama que supone la posibilidad de un descenso. TVE, contagiada por el fundamentalismo de la ACB, prefiere dar partidos donde lo que se pone en juegos son matices, como tener a su favor el factor cancha cuando lleguen los playoff o evitar a determinado equipo en las eliminatorias por el título.

Un Pamesa-Tau estará muy bien, sobre todo para sus patrocinadores, pero más emoción, sobre todo para los aficionados, habrá en un Alicante-Fuenlabrada. Y en la siguiente jornada, la 33ª, veremos más de lo mismo en un Barcelona-Pamesa, pues TVE ignora el Alicante-Madrid o el Fuenlabrada-Unicaja, donde al menos uno de los contendientes se verá obligado a jugar a la ruleta rusa. Está muy bien salvar las audiencias con los equipos grandes (Madrid y Barcelona, ocho partidos de liga televisados; Tau y Pamesa, cinco), pero ya ha habido dos jornadas donde la ACB no apareció entre las diez transmisiones más vistas de la semana. Por algo será.