Vaya gozada. Ganó el Atlético y golearon a los Galácticos. Jornada redonda por el Calderón y los que habían enterrado antes de tiempo a Manzano tienen que utilizar la marcha atrás. Resulta que pese a la constelación de estrellas de Florentino y las miserias de Cerezo estamos a cuatro puntos de la Máquina Perfecta. Ayer fue un lunes diferente. Hasta los filiales empatan en la Ciudad Deportiva de las torres en el minuto 97. Hasta la suerte está cambiando de tercio. Nos esperan quince días de poder sacar pecho y hasta Roncero esta achicado y reconoce que tiene sudores fríos pensando en lo que puede pasar en el derby del 3 de diciembre.

La parte final del Centenario está siendo alucinante. Sáez, tranquilo, con el Niño la clasificación está asegurada, ya que ahora todo lo que huele a rojiblanco está santificado. No hay gafe que cien años pueda estar alojado en la misma casa. Otra reflexión a valorar en la planificación de Toni Muñoz. Los santones le señalaron como culpable de la llegada de determinados futbolistas. Ahora resulta que hasta tiene un banquillo profundo y que está dando unos resultados excelentes. Las bajas de Contra, Aguilera, Simeone o García Calvo no se están notando sobre el campo. Su identificación con Manzano es absoluta y el técnico sigue dando lecciones de cómo se tiene que manejar con habilidad y éxito una plantilla en la que ninguno se considera titular indiscutible. El Calderón registró un llenazo ante el Villarreal y los aficionados salieron con un sabor dulce y agradable por lo que habían visto. La Champions es el objetivo final, pero si por medio nos damos el homenaje de ganar en el Bernabéu, los Reyes Magos se habrán adelantado para la gente atlética.